MÉRIDA.- Una ciudadana denuncia que ante una queja en contra de María Díanella Jiménez Barreda, telefonista de Ayuntatel, porque la empleada es grosera y déspota, el departamento de asuntos internos no resuelve nada y contestó que la queja no procedía.

Además la denunciante enumera una larga lista de anomalías en las que incurre esta empleada, quien presume de impunidad porque afirma que es prima del alcalde Mauricio Vila Dosal, de modo que no le pueden hacer nada.

La quejosa dice que las presuntas anomalías ya se le notificaron a la secretaria de la Comuna Alicia Fritz Sierra; a la síndico Claudia Canto Mézquita; a la contraloría y a recursos humanos, pero nadie toma cartas en el asunto.

María Dianella es empleada tipo B, con sueldo mensual de $15,200 y una antigüedad 11 años.

Las presuntas irregularidades documentadas son las siguientes:

La señora se portó grosera, y déspota en un reporte.

En abril se ausentó por  supuestas vacaciones, en Celestún, cuando su departamento trabajó normal y ella no se presentó; además, en enero tuvo otros 15 días de vacaciones y se fue a México y a Ecacatepec.

El 10 de mayo se salió antes de su horario a festejar, cuando sus demás compañeras trabajaron su horario normal.

Porta el uniforme y se sale en horas y días laborales a eventos familiares y escolares.

Sólo va seis horas a “trabajar”, para pintarse con sus compañeras y tomarse selfies.

Sólo va pasear en los pasillos o a comer en su área de trabajo.

El 2 de julio se ausentó para irse a la boda de su hermano a la Riviera Maya.

Vende los boletos de conciertos que el ayuntamiento regala.

Siempre está metida en escándalos de públicos porque presume que es la prima del alcalde.

La denunciante se pregunta en manos de qué gobierno estamos y si para solapar esas cosas cobran el predial y demás impuestos, dinero que sirve para que los ciudadanos tengan a unos burócratas a los que les damos de comer y que nos den un trato así.