CHICXULUB PUERTO.- Poco más de dos mil fieles participaron ayer lunes en las mañanitas que se ofreció con el mariachi Tapatío, en la procesión marina con lanchas y en misa en la orilla de la costa, la cual celebró el arzobispo de Yucatán monseñor Gustavo Rodríguez Vega.

El elevado número de personas que participó en los actos religiosos  fue una muestra de la fe en Nuestra Señora de la Asunción, fe que se desbordó en las calles, en la playa y en el mar de esta comisaría.

Vecinas y pescadores señalaron que, en el medio siglo que se celebra a la Asunción en la playa, es la primera vez que un arzobispo oficia la misa, lo que para la comunidad representa una bendición y un honor, sobre todo que monseñor Gustavo Rodríguez haya celebrado la eucaristía justo en el día en el que festeja el 36 aniversario de su ordenación sacerdotal.

La mayoría de los habitantes de este puerto no durmieron, ya que el domingo por la noche asistieron al baile que se realizó en el local del comisariado municipal y luego, a las 4:30 de la madrugada, muchos vecinos se trasladaron a la iglesia parroquial, ubicada al lado de la comisaría, para cantarle las mañanitas a la patrona.

El mariachi Tapatío, de la comisaría meridana de Tamanché, dedicó cuatro canciones a la virgen de la Asunción y  luego trasladaron a la patrona del puerto en procesión hasta la playa, a la altura de la calle 14. En el trayecto los mariachis continuaron cantando.

Decenas de feligreses se sumaron a la procesión, que comenzó a las 5 de la madrugada, de modo que media hora después, a bordo de la lancha “Valeria”, propiedad del pescador José Figueroa Pech, comenzó el paseo marítimo, al que se sumaron unas 40 embarcaciones ribereñas y tres yates de temporadistas que cada año participan en los festejos.

Bertha Marrufo López de Gené y Sara Briceño Abhimeri, quienes pasan sus vacaciones de verano en las playas de Chicxulub, dijeron que todos los años asisten a los festejos y a la misa que se celebra en la playa, porque son devotas de la Asunción.

La misa se inició a las 7 horas, la ofició monseñor Gustavo Rodríguez, quien concelebró con el padre Cristian Cáceres Solís, párroco de este puerto. El altar fue colocado en el “porch” de la casa del temporadista Juan Simón Miguel.

El prelado dijo que para fondear en el mar una embarcación se lanza un ancla e indicó que en el cielo está el ancla de Jesús y de la virgen María, de modo que hay una doble ancla para los cristianos, ya que la madre de Jesucristo fue llevada al cielo en cuerpo.

Monseñor Rodríguez señaló que María no fue sepultada, sino que ascendió al cielo y es lo que (ayer) los católicos festejan con mucha alegría y devoción.

Luego de la misa, los dos mil feligreses trasladaron en procesión a la Virgen de la Asunción hasta la iglesia parroquial. Las actividades continuaron con la entrada del gremio de Pescadores y corrida de toros que se realizó en la tarde.