PROGRESO.- Después de colaborar como diacono durante ocho meses en la parroquia de la Purísima Concepción y de San José,  el nuevo sacerdote Daniel Oswaldo  Ortiz Torres se despidió de los feligreses con su cantamisa y ahora es vicario en la parroquia meridana de San Cristóbal.

En la misa concelebrada también estuvo el padre Freddy Javier Tzuc Canché, compañero de ordenación de Daniel Ortiz, ya que ambos fueron ordenados el jueves 4 de agosto.

La concurrida cantamisa del padre Daniel Ortiz fue también motivo de reunión de varios ex vicarios de la Purísima Concepción y San José como los  presbíteros Jorge Carlos Menéndez Moguel, Gerardo Castillo Galera (progreseño), Juan Ismael Sánchez Domenzain, (párroco de Chelem) y Fausto Castillo Pereyra.

También estuvieron los presbíteros José Antonio López Rivera Cuesy y Francisco Mukul Mínguezez, párroco de este puerto, el diácono transitorio José Rafael May Chunab y los diáconos permanentes, José Chan Díaz, Carlos Pérez Vidal y Víctor Valle Aguilar.

El padre Fausto Castillo retornó la semana pasada de Roma donde estuvo dos años y medio para estudiar la licenciatura en teología docmática y ahora es vicario de San Juan Pablo II en Mérida.

En la primera fila estuvieron los familiares de los nuevos sacerdotes: Mario Tzuc Quintal e Irma Noemí Canché Tinal, papás de Freddy Javier; Manuel Jesús Ortiz Caballero y Maria Braulia Torres, papás de Daniel Oswaldo.

El padre Daniel Ortiz llegó a este puerto en noviembre pasado luego que recibió la orden del diaconado transitorio; durante ese tiempo colaboró en la parroquia, atendió las capillas de la ciudad, así que al terminar su cantamisa agradeció a los feligreses el apoyo que recibió durante los ocho meses que estuvo en la parroquia.

Ahora como sacerdote inicia una nueva etapa de su vida, como vicario en San Cristóbal. En su mensaje señaló que la semilla de la vocación sacerdotal germinó y ahora es un pastor de la iglesia católica.

-Jesús ha dado dos nuevos sacerdotes a la iglesia (Daniel y Freddy Javier)  el señor sembró en los corazones la semilla de la vocación y hoy germina para caminar junto a Cristo y llevar la palabra de Dios –dijo el padre Ortiz Torres.

El sacerdote exhortó a los jóvenes a que descubran su vocación de servicio y de ayuda a los más necesitados y afirmó que el sacerdocio es como el matrimonio, debe ser para toda la vida consagrada al servicio de Dios.

Al término de la misa los feligreses le regalaron un pastel a los nuevos sacerdotes, se repartieron tortas y refrescos a los asistentes a la misa