MÉRIDA.- Pese a sus ruegos de que le concedan un arraigo domiciliario, Narciso Gómez Esquivel, acusado de sostener relaciones sexuales con su hija en al menos nueve ocasiones, seguirá preso en el penal meridano, donde tiene de que lo violen o maten.

Hace unos días el individuo pidió por quinta ocasión que le cambien la prisión preventiva de tres meses por otras medidas cautelares, pero igual por quinta vez los jueces se lo negaron.

Gómez Esquivel argumenta que en el Cereso está amenazado de muerte y con ser violado, además de que está enfermo y ha bajado de peso.

De acuerdo con la acusación, abusó sexualmente de su propia hija de 15 años, a la que llevó a hoteles y moteles. Se le imputa el delito de incesto, denunciado por su ex pareja sentimental

Hace unos días publicamos que Gómez Esquivel se niega a aceptar el karma que le espera en el penal por abusar de su propia hija, y de nuevo insistió en que se le permita salir del reclusorio y se le dicte un arresto domiciliario.

El sujeto alega que está amenazado de muerte y violación en el Cereso meridano, por lo cual está dispuesto a cumplir todas las medidas cautelares que le imponga el juez, siempre y cuando se le saque del penal.

Alegó que vive en Mérida desde hace cuatro años, con domicilio en Kanasín; tiene trabajo y familia en la capital yucateca y está dispuesto a cumplir con las medidas que se le impongan, pero fuera de prisión.

Suplicó que sea encerrado en su casa con vigilancia policial, con brazalete electrónico y está dispuesto a depositar la garantía económica que se le fije. Su defensa expuso que durante el tiempo que ha estado preso ha bajado mucho de peso.

Gómez Esquivel está acusado sostener relaciones sexuales con su hija de 15 años en al menos nueve ocasiones. Los hechos ocurrieron a partir del 1 de abril de 2015, cuando la llevó a diversos hoteles de la ciudad y la periferia.

Y.A.-