MÉRIDA.- Víctima de depresión y celos enfermizos, una joven mujer terminó ayer con su existencia al quinto intento.

En su segundo ensayo de ahorcamiento, Ana Leticia Loeza Cervantes, de 25 años de edad, consiguió lo que estuvo buscando, primero, al cortarse las venas, al intentar tirarse del techo de su casa y tomar pastillas en exceso.

Durante su vida, Ana Leticia nunca pudo encontrar la paz, atormentada por celos enfermizos al grado de que no le gustaba que su esposo fuera a trabajar, por temor a perderlo.

Prefería que él se quedara en la casa para que no se lo fueran a quitar otra mujeres. Quería que él solo tuviera ojos para ella.

El suicidio ocurrió en la colonia Felipe Carrillo Puerto de esta ciudad, donde el esposo encontró ahorcada a la joven en un pasillo de la casa.

Horas antes, cuando se iban a dormir, se bañaron y acostaron juntos en una hamaca. Sin embargo, como a las 4:00 de la madrugada de ayer, el joven despertó y no encontró a su pareja.

Salió a buscarla y la encontró colgada de un hamaquero que hay en el pasillo. Con ayuda de un familiar bajó el cuerpo, pero ya era demasiado tarde, Ana Leticia ya estaba muerta.

Y.A.-