PROGRESO.- Mientras en el Arrecife Alacranes hay buena pesca de langosta, de Dizlam Bravo al Cuyo la captura del crustáceo es muy mala y se atribuye a lo pepineros furtivos que pescaron el equinodermo y la langosta que hallaron en su camino.

José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras del Centro y Poniente de Yucatán, afirmó que en los últimos cinco años este es el mejor inicio de la temporada de captura de langosta en la zona del arrecife Alacranes.

“Esto se demuestra con el primer viaje de los 10 barcos langosteros de la flota mayor, que en total ya capturaron 15 toneladas del crustáceo”, aseguró el entrevistado.

La langosta como producto de calidad de exportación se cotiza en dólares y por lo general la producción se pone en subasta. En cuanto el producto es descargado de los barcos, la cooperativa se lo comunica a los clientes (compradores de especies marinas que surten a restaurantes de Cancún y Riviera Maya), quienes proponen precios y se le vende al menor postor, el kilo fluctúa entre $540 y $570, lo que podría subir conforme avance la temporada langostera.

El pescador langostero gana en promedio por viaje $25,000 y su ayudante unos $500 diarios, el viaje dura de 10 a 12 días. Los dos primeros viajes, los pescadores no pagan sus alimentos, lo absorbe la cooperativa.

Entrevistado en los muelles del puerto de abrigo de Yucalpetén, en donde descargó el pesquero “Propemex A-47-G”, Carrillo Galaz señaló que los barcos  de la flota mayor que trabajan en Alacranes obtienen en promedio 1.6 toneladas del crustáceo, volumen que trajo en 12 15 días de pesca esa embarcación, que lleva seis lanchas y seis buzos.

Pero en contraste con Alacranes, de Dzilam Bravo hasta El Cuyo, la pesca de langosta está baja, las lanchas obtienen de dos a tres kilos del crustáceo y todo parece indicar que la captura furtiva de pepino de mar arrasó con esa especie marina, precisó el directivo.

El dirigente pesquero afirmó que los pepineros furtivos capturaron de todo y sacaron langosta, por ese motivo el crustáceo no abunda cerca de litoral y la pesca ribereña de esa especie está desplomada, de modo que sólo en Alacranes, en donde se ejerció vigilancia de parte de los mismos langostero, es la que salva la pesquería.

-Alacranes es un santuario de especies marinas de calidad, por las cuevas que sirven para la reproducción de la langosta, así como de caracol rosado; es un sitio ideal para la pesca ordenada del crustáceo, en donde los pescadores cooperativados cuidan esa especie, y el resultado está a la vista con los buenos volúmenes de pesca que se obtienen – señaló Carrillo Galaz.

Carrillo Galaz explicó que, a diferencia de años anteriores y hasta la temporada pasada, los barcos langosteros capturaban de 800 a 1,000 kilos en los tres primeros viajes, pero en esta temporada, la captura promedio es de 1,600 kilos del crustáceo, que reúnen los tamaños de calidad de exportación de cinco onzas como mínimo (150 gramos).

El directivo dijo que en el mercado la talla de mayor demanda es la de 15 onzas, que es el tamaño ideal para un buen platillo, talla que también se captura.