BACA.- Después de varias semanas, la parroquia sigue acéfala, de modo que el padre Gilberto Castellanos, párroco de la iglesia de Mocochá oficia las misas en la localidad, luego de la partida del padre José Yván González Aguilar, de “non grata” memoria en esta villa.

Los feligreses están contentos con la partida de Jose Yván, aunque ilusamente creen que el arzobispo puede enviar de nuevo al padre Amílcar Rosado Sosa, quien ya fue párroco de la Inmaculada Concepción, pero la Iglesia Católica no acostumbra ceder a presiones de los fieles, menos a la hora de ponerles un padre a “modo”.

El padre González Aguilar trató de acabar con las tradiciones de la villa, de modo que se ganó a pulso el repudio de mucha gente; fue el primer padre en cancelar, después de 24 años ininterrumpidos,  el tradicional viacrucis viviente de la parroquia.

Este año permitió que se hiciera de nuevo, después de dos años de haberlo suspendido, pero cambió y alargó el recorrido de la representación, lo que ocasionó varios accidentes. A Manuel Gómez, quien representaba el papel de Jesús, se le cayó la cruz en un pie, mientras que José García, quien suplió a Gómez, se cayó de la Cruz.

Yván González es el segundo padre que se va de este municipio por tener varios conflictos con feligreses. El primero fue el padre Rafael Pat Braga, quien ocasionó que un grupo de feligreses en ese entonces pidiera el cambio al Arzobispo de Yucatán.

El pueblo de Baca se ha caracterizado por el constante cambio de párrocos y entre los que ha tenido hubo liberales, fiesteros, tradicionales e intransigentes, como José Yván. Entre los párrocos que ha tenido esta villa están Ramón Basteris Beytia, Víctor Ortiz, Eudaldo Cervantes Pech, Rafael Pat Braga, Amílcar Rosado Sosa, Luis Ferráez y José Yván.