PROGRESO.- Debido a que, según el alcalde José Cortés Góngora no pagaba sus cuotas y tenía dos módulos, lo que está prohibido, la Comuna ya no le permitirá trabajar a la masajista Magaly Alférez Amaya.

Magaly Alférez, junto con siete masajistas que trabajaban en el módulo del sindicato de taxistas, donde también funciona el tianguis artesanal, encabezó el martes pasado un plantón de protesta en contra del alcalde, en la entrada del local de la CTM, lugar en  donde se llevó al cabo la feria del empleo, con la intención que las viera José Cortés, pero el presidente municipal no asistió a ese evento.

Ayer miércoles el alcalde declaró que el caso de la masajista Alférez Amaya está listo: no se le permitirá su retorno en el local del sindicato de taxistas. El edil explicó que Magaly Alférez no pagaba las cuotas que le correspondían por ocupar un espacio en esas instalaciones.

Dijo que la masajista no pagó y además promovía entre las demás masajistas que no pagaran sus derechos de piso, cantidad que no recordó porque eso lo ve Ronald Celis Gómez, coordinador de Recaudación Fiscal del Ayuntamiento.

Además, indicó el alcalde, Magaly Alférez tenía dos espacios de masajes, uno municipal en el local del sindicato de taxistas, y otro federal, en la playa del malecón, y de acuerdo con la reglamentación municipal sólo se puede tener uno.

También dijo que el local en donde se instalan las masajistas y el tianguis artesanal es propiedad del sindicato de taxistas, al que la Comuna le paga $25,000 mensuales de renta.