PROGRESO.- A pesar del entusiasmo por el inminente inicio de la temporada de pesca de langosta, numeroso pescadores temen se repita la misma historia del año pasado, cuando fueron asaltados dos barcos en Alacranes, y que se cometan robos en altamar, como ocurrió en la recién temporada de pepino de mar que dejó varios muertos.

Ante esto, Ana María Frías Salazar, presidenta de la Federación de Cooperativas Pesqueras, Turísticas, Acuícolas y Artesanales del Estado de Yucatán pidió apoyo a las autoridades respectivas como la Armada de México, Conapesca, Capitanía de Puerto, Semarnat y Profepa.

“Que intensifiquen la vigilancia en altamar, en especial en la zona del arrecife Alacranes, que es donde se concentran unas 14 embarcaciones dedicados al buceo del crustáceo”, precisó la entrevistada.

Las 14 embarcaciones langosteras de la flota mayor que tienen su base en Alacranes llevan a unos 15 pescadores, de los cuales 12 son buzos que trabajan en seis lanchas con las que se desplazan, explicó Ana Frías.

Además hay otras 10 embarcaciones langosteras que usan el sistema de trampas y en cada barco viajan cinco pescadores, quienes no bucean, ya que los equipos los colocan en las inmediaciones de Alacranes.

Ana Frías recordó que el año pasado, en la primera semana de la temporada langostera, un comando armado irrumpió en la noche en dos barcos langosteros que estaban fondeados en Alacranes, tomaron por sorpresa a los pescadores, quienes estaban dormidos; los asaltantes estaban encapuchados y para robar amarraron a los hombres de mar y se llevaron dos toneladas de langosta.

A los pescadores, señaló Ana Frías,  pudieron haberlos matado, pero por fortuna solo los amarraron; semanas después detuvieron a los presuntos asaltantes, pero al parecer no les pudieron comprobar nada, ya los liberaron y el caso está estancado; en el Ministerio Público Federal dijeron que el caso es del fuero común y devolvieron el expediente.

La langosta nunca apareció, de modo que la perdida en el primer viaje de esos dos barcos fue de $1 millón, según comentó Frías Salazar.

La dirigente, cuya federación pesquera agrupa a 23 cooperativas, todas con permisos de pesca, explicó que con la temporada de langosta se inicia la derrama económica en el sector pesquero, pues cada pescador recibe de anticipos de entre $4,000 y $6,000.

Además, en el avituallamiento de cada uno de los barcos, en diésel se invierten $28,000; $15,000 en víveres, $6,000 en gasolina para las lanchas y $12,000 en hielo.

Los pescadores alistan sus equipos de buceo, compresores, motores fuera de borda, lanchas y trampas que usarán durante los 8 meses de la temporada langostera.

Sobre el precio que se pagará por kilo de langosta, se calcula que al arrancar la temporada se pague a $400, pues hay demanda en el mercado de Cancún y en el centro del país; ya no se exporta a Estados Unidos.

El primer viaje de la temporada en Alacranes siempre ha sido bueno, de modo que los langosteros confían en que haya buena pesca y el crustáceo no haya sido víctima de la pesca furtiva.