BUENOS AIRES.- El momento de dormir es uno de los más importantes del día. No sólo por la necesidad del descanso, sino también por todo lo que sucede en el cerebro durante ese lapso.

Diferentes investigaciones resaltaron que los cambios de hábito están produciendo un efecto nocivo en el descanso de los más chicos.

El uso desmedidos de las nuevas tecnologías, como tablets y smartphones, la adaptación de los menores a los horarios de los padres, que a su vez están cada vez más fuera de casa por motivos laborales, y, claro, las redes sociales, que permiten estar conectados con amigos hasta cualquier horario.

Como resultado de la pérdida de horas en la cama, aparecen cada vez más problemas de salud, ánimo e insomnio. Además, los niños actuales tienen otras costumbres que también poseen efectos nocivos, como el consumo de alimentos con muchas calorías.

Luis Alberto Moreno Aznar, catedrático de la Universidad de Zaragoza y uno de los principales expertos españoles en obesidad infantil, explicó: “Una alteración del sueño puede significar un desequilibrio en los ritmos de las hormonas a lo largo del día. También puede suceder que, al dormir poco, el niño se va a despertar con poco tiempo para desayunar, va a estar más cansado y eso va a condicionar otros comportamientos a lo largo del día”.

El mal dormir evita la producción de la hormona serotonina. Esto conduce a la depresión, aumentan las dificultades para dormir y también el deseo irrefrenable de comer dulces a la tarde.

La falta de determinados aminoácidos y micronutrientes se manifiesta como fatiga, estados anímicos depresivos o irritables, trastornos de sueño y compulsiones alimenticias.

Todo ese mix puede provocar una serie de problemas de salud, que afectan desde lo dermatológico hasta lo cardiovascular y lo psiquiátrico.

“En la actualidad, un 5% de los pacientes son obesos por cuestiones monogénicas. Eso habrá que tratarlo porque, aunque son pocos, es importante.

Del resto, se debe a causas multifactoriales. Cuando entendamos todo, cómo se relacionan esas influencias y si eso se vincula con el medio ambiente -tenemos ya resultados que muestran que sí- va a ser más fácil hacer programas para reducir la obesidad”, agregó Moreno Aznar a el diario español El País.

Cuánto deben dormir los niños

Un estudio de la Universidad de British Columbia, Canadá, determinó que los niños recién nacidos hasta los 2 años de edad deben dormir la mitad del día. En tanto, entre los 2 y hasta el inicio de la adolescencia, se recomienda que el sueño ocupe un 40% del día. Es decir, entre 9 y 10 horas por jornada.

Por su parte, la nutricionista Laura Romano explicó a Infobae que los chicos de entre 3 y 5 años deberían dormir entre 10 y 12 horas; los de 5 a 12, entre 11 y 12; los de 12 a 16, alrededor de 9 horas y media; los adultos, entre 7 y 7 y media, y los ancianos, entre 6 y media y 7.

INFOBAE.-