MÉRIDA.- Aprovechándose de la amistad, el taxista Marcos Alberto C.V. entró de manera furtiva a la casa de sus “amigos” e intentó violar a una niña de nueve años de edad, pero ésta gritó de modo que alertó a los hermanitos de la menor y a una vecina, que dio parte a la policía.

El sujeto fue denunciado y detenido, de modo que fue imputado por la juez de control Blanca Beatriz Bonilla González, quien lo dejó en libertad, aunque le impuso un localizador electrónico y otras medidas cautelares.

Las medidas cautelares que le impuso fueron: acudir a firmar los primeros cinco días de cada mes ante el Centro Estatal de Medidas Cautelares; no salir del Estado; no acercarse a la víctima directa, a la denunciante y al testigo en un radio de 300 metros, y en el domicilio de todos ellos en un radio de 100 metros.

Estas medidas estarán vigentes durante ocho meses o menos, en caso de que se decida por un procedimiento abreviado, que empieza cuando el acusado se declara culpable y luego “negocia” con las autoridades, de modo que con la bendición de la ley recibe un castigo menor.

La audiencia de vinculación a proceso en contra de este taxista quedó fijada para el 16 de junio.

El miércoles 8 de junio, a las 9 de la noche, aprovechando que los padres de la menor no se encontraban, ya que al ser amigo de ellos sabe sus horarios, Marcos Alberto fue al predio de la denunciante -de identidad reservada y cuyos datos de predio también se mantienen en reserva-, a bordo de un taxi con placas 6570-YSB.

El sujeto sabía en donde sus “amigos” dejan la llave de la puerta, de modo que metió su mano por la ventana que no tiene cristal y agarró el llavero. Inmediatamente abrió la puerta y entró a la casa, en donde se encontraba la menor y sus hermanitos, de 2 y 4 años de edad, quienes estaban  en la sala.

El sujeto agarró a la niña de la mano y la condujo a un cuarto, la acostó en la cama y empezó a acariciarla de forma lasciva en sus partes íntimas, por encima de la ropa de la menor. La niña gritó y sus hermanitos fueron a defenderla, pero no lo lograron.

Este ataque fue observado por una vecina, quien había acudido al predio por indicación de la denunciante, de modo que al verse descubierto el taxista salió del lugar y abordó su vehículo,  pero fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.