TOKIO.- Los datos comienzan a tornarse alarmantes, en los últimos cinco años, la población de Japón se ha reducido en un millón de personas.

De acuerdo con el más reciente censo, había 128 millones 057 mil 352 japoneses contados en 2010 y 127.11 millones en 2015, según las cifras más recientes publicadas.

Jonathan Soble, corresponsal de The New York Times en Japón, afirma que se trata de “una caída sin precedentes para una sociedad no devastada por la guerra u otra crisis mortal”.

Japón se convierte rápidamente en uno de los países más antiguos del mundo, y la prueba de ello es que las ventas de pañales para adultos han superado las ventas de pañales para bebés, desde 2011.

Esto significa que la porción de la población incorporada a la mano de obra es cada vez más y más pequeña, dejando menos personas para contribuir a la economía y más personas que dependen de los fondos públicos.

En una conversación con el equipo Tech Insider, el demógrafo Keisuke Nakashima explicó que existe en Japón una cultura de trabajo hiper-exigente, que requiere de largos días en la oficina, salir de noche con sus colegas, y la voluntad de moverse regularmente entre ciudades, a la es espera de avanzar en el escalafón laboral.

Si no tienes pareja, es difícil encontrar un buen socio, el correcto, para el matrimonio,” dice Nakashima. “Si usted está casado, y si ambos cónyuges trabajan, hay una pequeña posibilidad de tener un bebé. No hay tiempo ni energía. Si quieres un bebé, usted (por lo general su esposa) se enfrenta a una elección: continuar con su trabajo o abandonarlo y tener un bebé”.

Debido a esto es que al igual que muchos otros países desarrollados con los roles de género tradicionales tienen una baja tasa de natalidad.

Otra de las razones es que en 2011, a pesar de advertir un rápido colapso demográfico, el Ministerio de Salud del país aprobó la venta de la marca abortifaciente Norlevo, que consiste de un “anticonceptivo de emergencia”, convirtiéndose n la primera píldora de esta naturaleza disponible en Japón.

En septiembre de 2015, el primer ministro, Shinzo Abe, prometió que el país aumentaría su tasa de fecundidad de 1.4 (dónde ha estado durante 25 años) a 1.8 hijos por mujer.

Los objetivos de las políticas son ambiciosas, como la prevención de los malos tratos a los empleados que toman licencia de paternidad, acabar con la escasez de guarderías en todo el país, y la aceleración de los esfuerzos para establecer el equilibrio entre la vida laboral y las noches de pasión.

AGENCIAS.-