PROGRESO.- Aunque los pescadores ya quieren que se abra la temporada de pesca de pepino de mar, el delegado de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca) Ernesto Martínez Ordaz indicó que aún no hay fecha definida para que comience la captura de esa especie marina.
Los estudios sobre el pepino de mar todavía no concluyen, ya que aún falta que se realicen en la zonas de Progreso, Sisal y Celestún, declaró Ernesto Martínez, entrevistado en este puerto quien señaló que este año se autorizará la temporada de captura del pepino de mar, pero que aún no hay una fecha determinada y que se está en una fase de un 50 por ciento para la autorización.
El funcionario fue entrevistado en relación con la petición que pescadores de varios puertos, en especial del litoral oriente, quienes exigen a las autoridades federales la apertura de la pesca del pepino de mar, pues la captura furtiva esta imparable, de modo que el lío pepinero ha causado un enfrentamiento entre pescadores de Dzilam Bravo con los de San Felipe y Río Lagartos.
En cuanto a los estudios de biomasa del pepino de mar, Ernesto Martínez dijo que están a cargo del Instituto Nacional de Pesca y que ya se efectuaron en aguas del oriente, pero falta que se realicen frente las costas de Progreso, Sisal y Celestún, para que se pueda contar con la información total de todo el litoral.
En otro asunto, pescadores ribereños indicaron que continúa la vigilancia de la Marina en el mar, pero aún hay furtivos que pescan el pepino de mar, quienes burlan la vigilancia de las embarcaciones de la Armada de México que realizan recorridos en la costa.
Los ribereños de este puerto, que pidieron no ser identificados, indicaron que las lanchas interceptoras de la Armada de México zarpan por la mañana para recorrer la costa en busca de pepineros furtivos, pero los pescadores que se dedican a esa ilícita actividad, salen a trabajar de noche y se las ingenian para llevar el producto a tierra sin que sean detectados por los navales e inspectores de la Conapesca.
Los hombres de mar señalaron que mientras la vigilancia se concentra en los puertos del oriente, los pepineros furtivos buscan otros puntos de la costa para continuar depredando, aprovechando que hay partes de la costa desprotegidas.