PROGRESO.- Amparados en las penumbras de la noche, el jueves pasado cuatro sujetos encapuchados intentaron robarse las lanchas “Israel” e “Iván”, de 27 pies de eslora, que tienen motores de a 200 caballos de fuerza y que estaban fondeadas en el playón poniente.

Sin embargo, el velador descubrió a los ladrones, quienes huyeron por tierra mientras que otro que manejaba una lancha, que serviría para remolcar a las dos que robarían, huyó por mar.

Ribereños que tienen su base en el playón poniente relataron que el jueves en la noche, cuatro sujetos encapuchados llegaron en un vehículo y se internaron en la playa, con la intención de robar las lanchas “Israel” e “Iván”.

Sin embargo, los ladrones no se dieron cuenta que habían sido descubiertos por el vigilante de un campamento pesquero del playón, quien los escuchó decir: “nos echamos al Negro Marahuara si nos descubre, pero hay que tener cuidado porque tiene varios perros”, “después sigue la lancha del Campechano”.

Pero el “Negro Marahuara” avisó por celular a José Acosta Azueta (a) “Chepe”, dueño de la lancha “Iván”,  y le dijo que eran cuatro los asaltantes y trataría de evitar el robo, de modo que cuando el vigilante vio a los encapuchados aproximarse a las dos lanchas les gritó y dijo que habían sido descubiertos y que ya venía la policía.

Los asaltantes dieron marcha atrás y huyeron, lo mismo hizo una lancha que recorría el playón y con la cual remolcarían las dos embarcaciones.

Acosta Azueta llegó en su camioneta con varios pescadores, pero los ladrones de lanchas ya habían huido, pero se quedaron de guardia en el playón, en donde reina la oscuridad y no hay vigilancia.

Arturo Pérez Zúñiga, otro ribereño que tiene su base en el playón, explicó que el miércoles, al llegar por la mañana para salir de pesca, se percató que habían robado la cola del motor de 115 caballos de  fuerza.

-La cola del motor cuesta unos $40,000, pero no tengo dinero para comprar otro, de modo que ya me fregaron, pues no puedo salir a pescar y no hay apoyos del gobierno para adquirir equipos marinos –dijo Pérez Zúñiga.

Los ribereños indicaron que ante la ola de robos de lanchas y motores marinos no les quedara más remedio que armarse y quedarse en la playa para vigilar y cuidar sus embarcaciones, pues de parte de las autoridades no hay vigilancia, hay inseguridad, los vigilantes  pueden ser asesinados por los asaltantes.