PROGRESO.- Wilbert Uscanga,  de 48 años y chofer de una camioneta; su hijo Roberto Uscanga Rivera, de 26 años; Rolando García, de 49 años, y Luis Alberto Och Collí, fueron detenidos ayer jueves en un retén de la Armada, debido a que transportaban langosta, especie que está en veda.

A los cuatro pescadores los detuvieron para su consignación al Ministerio Público Federal, ya que tenían 12 kilos del crustáceo, cuyo precio se calculó en unos $6,000 y en $10,000 el boquinete y mero capturado.

Los pescadores, que fueron detenidos a la entrada de La Caleta, argumentaron que la situación económica está difícil, de modo que decidieron pescar langosta para “costear” el viaje. Sin embargo, los navales los detuvieron, les cantaron sus derechos y los consignaron a las autoridades correspondientes.

A raíz del conflicto pepinero que se vive en el litoral oriente, la Armada de México, por medio de la IX Zona Naval de Yucalpetén, instaló un retén en el muelle de La Caleta, por seguridad pesquera y también para detectar especies en veda que se estén capturando.

El retén naval fue instalado desde el miércoles por la tarde y quedó de manera permanente en la entrada principal de La Caleta, pero los pescadores que capturaron mero, boquinete y langosta, pensaron que al pasar en el retén no iban a revisar la camioneta, y tenían el crustáceo  estaba a la vista.

Al pasar el retén, en la inspección de rutina un naval subió a la camioneta, en la que se veía mero y boquinete y una cubeta con tapa; el oficial de la Marina abrió la cubeta y vio que estaba llena de colas de langosta.

-Es langosta y la especie está en veda –dijo el naval, al mismo tiempo que los demás marinos se alertaron, rodearon la camioneta y comenzaron a interrogar a los pescadores que dijeron que por necesidad la pescaron y pidieron que se lleven la langosta, pero que no los detengan.

En una camioneta F-150 color rojo, que era manejad por Wilbert Uscanga, viajaban su hijo Roberto Uscanga Rivera, Rolando García y Luis Alberto Och. Los tres últimos explicaron a los navales que retornaron el miércoles luego de cuatro días de pesca y que ayer jueves descargaron.

Para tratar de evitar que lo detengan, Wilbert Uscanga dijo que él solo es chofer de la camioneta y que lo contrataron para llevar el producto, pero los navales le dijeron que no podía retirarse.

Roberto Uscanga explicó que la situación económica está difícil y que su hijo apenas tiene cinco días de nacido y necesitaba dinero para comprar sus alimentos. Calculaba que llevaban unos 12 kilos de colas de langosta.

Un oficial de la Naval les cantó sus derechos a los ribereños, les dijeron que pueden permanecer callados y que si no tienen abogado, el Estado se los daría para su defensa.

Los navales pidieron la intervención de la Conapesca, al poco rato llegaron dos oficiales de esa dependencia, quienes cargaron el pescado y la langosta y se lo llevaron.

 

[mom_video type=”youtube” id=”xa-93LpEUpM”]