MÉRIDA.-  El alcalde Mauricio Vila montó en cólera, aunque disimulada en público, durante el Miércoles Ciudadano pasado, debido a que un grupo de vecinos de la colonia Salvador Alvarado Sur le exigieron que se termine una calle, que debió concluir el 24 de abril, pero la Dirección de Desarrollo Social no la ha terminado.

Además, denunciaron también que la ampliación del agua potable, que debió ser de 130.5 metros de largo, se quedó en la mitad y la constructora tapó la tubería para no dejar en evidencia de la falta de cumplimiento de lo pactado en el contrato 2AP15-FIINV-6131-040

Sin embargo, lo peor del caso es que estas obras las realizan con recursos del Ramo 33, cuando, al parecer, ese polígono en donde se amplía la red del agua potable y donde se debe hacer la calle pertenece al rubro antes mencionado.

Ante la queja, el alcalde de inmediato llamó a la responsable a la titular de la Dirección de Desarrollo, Cecilia Patrón Laviada, quien ante los vecinos no pudo dar información del avance de construcción de esa calle.

Y no pudo informar por dos razones: una, que Desarrollo Social cambió la dirección de la calle convirtiéndola en calle 16 entre 49 y 60 de lo colonia Mulchechén, cuando en realidad se trata de la colonia Salvador Alvarado Sur, lo que les ocasiona un problema a los vecinos, porque contradice lo dicho en las escrituras de los propietarios de ese rumbo.

¿“Cómo recibiremos documentación y recibos de servicios como agua y luz si nos están cambiando nuestra dirección?” preguntó una vecina al alcalde.

Acaso no pensaron en los problemas que nos causan legalmente el hecho de que nuestras escrituras digan una calle y ahora por caprichos de ustedes ahora resulta que somos otra calle y colonia- expresaron indignados los vecinos.

Sin embargo, el verdadero problema es que, según el contrato de obra VT16-FICON-6151- 016, firmado con la empresa Compañía Terco S.A de C.V., por 436,346 mil pesos, la calle debió  terminarse el 24 de abril de 2016, pero hasta ahora el trabajo tiene muy poco avance, pero lo peor es que en el lugar no se observa maquinaria que demuestre la intención de terminarla.