MÉRIDA.- El feminicida chiapaneco Marco Ernesto García Cundapí ya tenía antecedentes de violencia familiar en contra de su pareja sentimental que lo había denunciado y, aún así, el Ministerio Público nunca estableció medidas de protección de la víctima.
Esto salió a relucir durante la audiencia de vinculación a proceso, ayer por la mañana, que fue presidida por el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero.

Por lo tanto, García Cundapí llevará su proceso en prisión preventiva como medida cautelar, después de que la autoridad judicial la vinculó por el delito de feminicidio agravado.

Lo anterior se debió a que el juzgador estudió los datos de prueba vertidos por los fiscales para acreditar el delito antes mencionado y la probable participación del imputado, entre los que apreció un video de las cámaras de seguridad, el cual fue usado para demostrar uno de los elementos del delito y la defensa no contrargumentó por estrategia de litigio.

Es por ello que el juez Mugarte Guerrero encontró los elementos necesario para vincular a proceso.

Seguidamente, los fiscales solicitaron la ampliación por el plazo de ocho meses de la medida cautelar de prisión preventiva impuesta en la audiencia anterior, por lo que el juez accedió después de que encontró legitimidad y proporcionalidad en la solicitud del fiscal.

Después del debate entre las partes, el juez de control accedió al plazo de dos meses sugerido por la defensa, para que la parte acusadora continúe recabando más datos de prueba para su investigación complementaria.

Por último, la autoridad judicial ordenó girar oficio al Fiscal General, debido a que en los datos de prueba vertidos por el ministerio público existe un acta de denuncia por violencia familiar realizada por la hoy occisa, en la cual no se realizaron las indagaciones pertinentes para salvaguardar su integridad física que solicitó en aquella ocasión.

Los hechos establecidos por la representación social en la audiencia, ocurrieron el pasado 7 de mayo, aproximadamente a las 21:45 horas, cuando el chapita llegó al trabajo de su ex pareja, Aracelly Lucero Calvo López, con la que pretendía regresar a fuerzas, luego de haberla golpeado otra vez.

Después de intercambiar palabras con ella, la agredió con un arma blanca, provocándole lesiones que le causaron la muerte.

Los fiscales señalaron que la hoy víctima y su agresor mantenían una relación sentimental.