MÉRIDA.- Cinco detenidos, entre ellos un menor de edad, fue el saldo que arrojó el operativo en Chablekal luego de los desmanes propiciados por el cumplimiento de un mandato judicial.

Todos los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público por el delito de lesiones denunciado por el actuario del Poder Judicial y robo y daño en propiedad ajena denunciado por Román Zapata Brito, propietario de la tienda saqueada y promotor de la denuncia de desalojo.

Como publicamos, por orden de un juez federal, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) apoyaron el desalojo de un predio en la comisaría de Chablekal, lo que originó un enfrentamiento con habitantes que trataron de impedir la diligencia.

Es la cuarta ocasión que dicho juez ordena el desalojo del predio que habita una persona de la tercera edad. La SSP intervino como fuerza pública solicitada por el juez.

Pobladores que se opusieron al desalojo se enfrentaron con agentes de la SSP que cumplían el mandato del juez.

En el episodio de violencia intervinieron dos elementos del grupo Indignación.

En represalia a la agresión sufrida, los pobladores saquearon la tienda “San Román”, ubicada en la calle 18 entre 21 y 23, propiedad de la persona que promovió el desalojo.

Aquí el posicionamiento del PAN 

El Partido Acción Nacional les  comparte el siguiente Posicionamiento:

El Partido Acción Nacional lamenta los incidentes que se registraron anteayer, martes 3 de mayo, en la comisaría meridana de Chablekal; bajo ninguna circunstancia la violencia debe imperar sobre la razón y el diálogo.

El respeto a las leyes y a las órdenes judiciales no debe conseguirse por medio del uso excesivo de la fuerza pública; los cuerpos de seguridad del Estado deben tener como prioridad garantizar la integridad de los ciudadanos. Las situaciones jurídicas patrimoniales no deben estar por encima de los derechos humanos. Nunca. La justicia debe ser ciega, pero no por ello insensible.

En Chablekal prevaleció la agresión y la descalificación, y el triste resultado fue una serie de excesos en ambas partes; la ley no se puede escudar en la sinrazón del garrote y el gas lacrimógeno, y la justicia tampoco se hace con la propia mano.

Condenamos estos hechos e instamos a las autoridades a investigar y a tomar las medidas pertinentes, a la mayor celeridad posible. El episodio del martes 3 de mayo no debe repetirse jamás.