PROGRESO.- En una acción baja y de mala leche, el abogado del dueño de la moto acuática rescatada por un ribereño amenazó al pescador con denunciarlo de robo y sólo le dio 4 mil pesos de los 10 mil que ofreció el dueño del vehículo marino.

Luego de actuar de buena fe, pues halló en altamar la moto acuática que estaba a la deriva y la rescató, remolcó hasta Chelem y después dio parte a la Capitanía de Puerto de Yucalpetén, sólo recibió amenazas de un tipo prepotente, quien seguramente se quedó con los seis mil de los 10 que ofreció el dueño, dijo uno de los pescadores que se enteraron del suceso.

La moto acuática fue hallada el jueves 31 de marzo pasado frente las costas de este puerto, por tres pescadores de Chelem, quienes la remolcaron hasta ese puerto y después acudieron a reportarlo a la Capitanía de Puerto de  Yucalpetén. La moto quedó en resguardo en casa del dueño de la lancha.

El dueño de la moto acuática se comunicó por teléfono celular con el pescador, de apellido Sosa, le dio las gracias por el rescate de la nave y le ofreció $10,000 de gratificación, pero el propietario de la moto no acudió a la casa del pescador para que le entregarán el vehículo, sino que en su lugar fue una persona que dijo ser su abogado.

El supuesto abogado llegó el mismo jueves para llevarse la moto, pero lo hizo acompañado de varios policías municipales con el fin de intimidar al ribereño, en lugar de entregar los $10,000 que ofreció el dueño, amenazó al pescador  con acusarlo de robar la moto acuática y encarcelarlo.

Familiares del ribereño intervinieron en su ayuda, pero el supuesto abogado insistía en llevarse la moto; le explicaron que lo encontraron en el mar y lo reportaron en la Capitanía, pero la postura de licenciado fue de llevarse la moto y solo dar $2,000 de gratificación.

Finalmente, el miedo y la ignorancia del pescador hizo que en lugar de los $10,000 que el dueño ofreció de recompensa, sólo aceptara $4,000 que el supuesto abogado le ofreció.

Otra persona que se le extravió su moto acuática en el mar y presenció la acción, comentó que si la moto hallada fuese de él, con gusto gratificaba con $15,000 al pescador.