MÉRIDA.- Varios trabajadores de Protección Civil municipal denuncian el mal trato que les da el jefe Enrique Alcocer Basto y su “intimo” Darío Soto, a quienes también acusan de corrupción, pues se quedan con dinero que debería ser para los inspectores.

Los quejosos dijeron que Enrique estuvo involucrado en casos de corrupción cuando trabajó en Migración; cuando era subdirector operativo estaba relacionado con el anterior jefe de Espectáculos -Roberto Acevedo- en los negocios turbios que hacían con los permisos de venta de cerveza, además de que Enrique le paga horas extra a Darío, aunque este sujeto no las trabaje.

Enrique hace inspecciones de manera ilegal con oficios espurios que él firma, para beneficiar a ciertos consultores y empresarios, a cambio de favores personales”, precisaron los entrevistados.

Según los denunciantes, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, Enrique y Darío, de quienes los quejosos afirman que son pareja, presumen que nadie, ni el alcalde Mauricio Vila Dosal los puede correr.

Enrique nunca llega a su oficina antes del mediodía y en su lugar deja a Darío, quien trata de manera prepotente a los inspectores y demás coordinadores, de modo que  hay conflictos en el departamento”, indicó uno de los entrevistados.

24.4Según nuestros informantes, a varios de los inspectores y coordinadores les quitaron vehículos, equipo y hasta sus lugares en el edificio de Protección Civil, de modo que varios inspectores han pedido su cambio y otros planean renunciar, porque Enrique permite que Darío haga lo que quiera.

Un ejemplo del pésimo trato y trabajo de Darío fue durante el operativo de diciembre, cuando los inspectores salían a verificar los puestos de venta de pólvora y los obligaron a trabajar horas extras sin darles de comer y Enrique y Daría afirmaban no había dinero.

Sin embargo, se supo que para esas labores si se asignó dinero e incluso ellos hasta presentaron facturas a nombre del Ayuntamiento para justificar los gastos, pero nunca le dieron de comer a los inspectores, precisa otro de los entrevistados.

En varias ocasiones Enrique les decía que él era el ‘amo supremo’ o que era el dios y tenían que obedecerle aunque no les gustara;  si algunos reclamaban les decía que es intocable que ni vila lo puede sacar del ayuntamiento.

Respecto a Darío, los quejosos afirman que hace lo que se le antoja y cuando alguien le reclama contesta de manera agresiva y déspota que él también es intocable, porque que tiene más de 20 años en el ayuntamiento y nadie lo puede sacar, porque su padrino es Víctor Hugo Lozano Poveda, coordinador del área de desarrollo Humano de la Comuna.

Darío es un gamberro electoral, que les hace el trabajo sucio al PAN y al PRI, ya que ha “veleteado”, indicaron los denunciantes.