ALEMANIA.- La fiebre de Lassa originaria de África ya llegó a Europa, específicamente a Alemania donde un hombre se ha reportado contagiado por este nuevo virus.

¿De qué se trata?

Cuando las autoridades sanitarias y los centros de salud aún no declaran desaparecida la epidemia del Ébola y el Zika, entre otros, un nuevo virus amenaza con robar la salubridad mundial.

Se trata de la fiebre lassa, que según el Centro de Control de Enfermedades de Nigeria ya ha cobrado la vida de más de 230 personas fuera del continente africano. Una noticia que ha generado alarma, pues este virus tiene características similares al ébola pero puede transmitirse más fácilmente.

Promed, un sitio web de monitoreo sobre enfermedades infeccionas emergentes, fue quien informó sobre el caso del cirujano Todd DeKryger que desarrolló anticuerpos al virus de Lassa después de tratar a un paciente en África pero se mantuvo sin síntomas.

No obstante, se relata que DeKryger ingresó al Hospital de la Universidad de Colonia, en Alemania, por un aparente caso más de malaria pero murió el 26 de febrero y en la autopsia se encontró que padecía el virus Lassa que hasta entonces no se había reportado fuera de África.

El caso de Todd trascendió y antes de que se descubriera la causa de su muerte, el cuerpo del médico misionero y asistente de cirugía en el hospital de Togo fue llevado a un funeral casero antes de que volviera al hospital.

Después de este traslado aún se desconoce cómo fue que un trabajador funerario se contagió, pues el contacto casual no ha sido conocido como vía de transmisión de la fiebre.

Por ahora, el trabajador está siendo tratado en aislamiento especial en el Hospital de la Universidad de Fráncfort, tras ser diagnosticado con Lassa el 9 de marzo de 2016.

Finalmente, la fiebre de Lassa es una enfermedad hemorrágica aguda causada por el virus del mismo nombre, perteneciente a la familia de los arenavirus.

Este padecimiento se transmite a los humanos a través del contacto con alimentos o animales domésticos contaminados por el excremento de roedores.

El organismo advierte que también puede transmitirse de persona a persona y hasta en laboratorios, especialmente en hospitales donde no se toman medidas adecuadas de control de la infección.