MÉRIDA.- Embebido en sus sueños de ser alcalde, el diputado local panista Manuel Díaz Suárez perdió piso, de modo que hace lo que se le antoje y en una acción injusta y arbitraria despidió sin indemnizar a una empleada suya, quien lo demandó. La muchacha trabajaba en una farmacia que el diputado tiene en Kanasín.

El legislador trató de que no se sepa que tiene una demanda laboral e incluso fue a buscar a su ex empleada y trató de obligarla para que se desista de este recurso.

Díaz Suárez “saltó a la dama” cuando la CFE le descubrió que usaba “diablitos” para pagar menos consumo de energía eléctrica. Luego, al ganar la diputación local se sintió todopoderoso que piensa ya en que será el próximo alcalde de Mérida. Incluso dice que Mauricio Vila le debe a él el triunfo por la alcaldía.

Sin embargo, la triste realidad del doctor diablito es que los panistas ya no lo soportan, debido a que ya se siente intocable y que es un político de primer nivel.

Según datos recabados, el polémico médico forzó a su ex trabajadora para que se suba a su carro y firme que ella renunció a su puesto y que no le debe nada; también intentó obligarla para que grabe de su propia voz que ella dejó su trabajo y que no fue despedida injustamente.

Sin embargo, la muchacha se mantuvo firme en su postura, a pesar de que el diputado trató de intimidar a la joven, pues un palero del legislador fue a decirle a la joven que es Díaz Suárez es muy influyente y que está muy bien parado con el Gobierno del Estado y que jamás perdería este juicio laboral “ya que tiene mucho poder”.