PROGRESO.- La parranda entre una mujer y su esposo acabó en una pelea, en la que ella se llevó la peor parte, porque la golpearon en la cabeza con una botella de caguama y le causaron heridas, pero al día siguiente fue a ver que liberen a su marido detenido. Una vez más se cumple el refrán “Pégame, pero no me dejes”.

El pleito entre la pareja fue en la casa que habitan, ubicada en la calle 33 entre 120 y 122 de la colonia Nueva Yucalpetén y cuando los policías municipales llegaron al lugar de los hechos, que ocurrieron el martes a las 11:30 de la noche, encontraron a la mujer bañada en sangre.

Los agentes pensaron que le causaron severas heridas, que pusieran en peligro su vida, pero sólo fueron cortadas ocasionadas por la botella del envase de caguama.

Los esposos, según reportes policíacos, se embriagaban en el interior de la casa en donde viven, pero en un momento dado comenzaron a discutir y de los insultos pasaron a los golpes; la mujer, cuyo nombre no se proporcionó, se llevó la peor parte del pleito, porque su esposo, del  que tampoco se di el nombre, la golpeó con un envase de caguama.

Los policías y paramédicos que llegaron al lugar del accidente encontraron a la mujer tirada en el piso de la vivienda y la atendieron de inmediato; aunque las heridas que presentaba no fueron de gravedad, la trasladaron al Centro de Salud, en donde la curaron y después le dieron de alta. Al esposo golpeador lo detuvieron y trasladaron a la comandancia policíaca.

Ayer miércoles en la mañana, según comentaron agentes policíacos, la mujer golpeada acudió a la comandancia municipal para averiguar la situación de su esposo que seguía detenido.