PROGRESO.- Como todos los días, el domingo pasado, a las 6:15 de la mañana, zarparon del playón poniente las lanchas “Emmanuel” e “Iván”, para la captura de especies marinas por medio de redes, actividad que un grupo de pescadores realiza cotidianamente.
En la “Emmanuel” viajaban Leopoldo Salas Barredo “Campechano”, Carlos Ortiz de la Rosa, Víctor Manuel Herrera Chan, Arturo Cruz y Carlos Salas. En la “Iván” viajaron, José Acosta Azueta “Chepe”, Iván Acosta, Julio César Muñoz Amaya “Chaleco” y José Carlos Pool Puc “Diablo.
A las 6:30 de la mañana, el “Campechano”, quien iba al mando de la “Emmanuel”, divisó un enorme bulto y pensó que se trataba de una balsa con cubanos que había arribado a las costas progreseñas, de modo que enfiló hacia ese lugar, pero para su sorpresa se trataba de una ballena, que, según afirmó, en sus 40 años de pescador era la primera vez que veía un animal marino de esa especie.
Nunca, precisa el “Campechano”, había recalado una ballena en las costas progreseñas, de modo que para el grupo de pescadores resultó algo insólito y extraordinario, pues han visto recalar delfines, tortugas y chalupas; han capturado tiburones cerca de la costa, pero no una ballena que se había quedado atorada en los dados de la terminal remota.
El “Campechano” y su grupo de pescadores iban a remolcar mar adentro la ballena para que sea alimento de tiburones, pero se aproximó la embarcación “Iván” y entonces se puso de acuerdo con “Chepe” para trasladarla a la playa.
El agua del mar estaba helada, de modo que los pescadores lo pensaron dos veces antes de arrojarse al mar para amarrar la cola de la ballena para remolcarla. El animal se atoró cuando pasaban los arcos del viaducto del muelle fiscal, pero maniobraron hasta que llegaron al playón.
En opinión de “Campechano”, en el mar deben de haber más ballenas y delfines muertos, que asegura es por las explosiones que hace el barco Discoverer 2 que buscan petróleo. El pescador señala que aunque los expertos en ballenas y delfines digan lo contrario y se nieguen a aceptarlo, la causa son las detonaciones de las exploraciones.
Salas Barredo explicó que presenció la necropsia que hicieron a la ballena, pero que no vio ningún equipo especial, pues el experto que dirigió los trabajos (doctor Raúl Díaz Gamboa), sólo dijo que la ballena no se había alimentado en varios días, pero no explicó la causa principal de la muerte del animal.
Leopoldo Salas considera que a la ballena la debieron enterrar entera y traer a expertos de Estados Unidos y otros países que conozcan los casos de varamientos para que se encargaran de los estudios y disipar dudas, que no despejaron después de la necropsia.

