CIUDAD DE MÉXICO.- El programa de Estancias Infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) busca apoyar a las madres trabajadoras, sin embargo, son los esposos los grandes beneficiarios.

El estudio “Lo que es bueno para la gansa es bueno para el ganso” de Gabriela Calderón, quien es doctora en Economía por la Universidad de Stanford, indica que las estancias han permitido que los hombres busquen empleos mejor pagados.

Si bien es cierto que las madres se incorporan al mercado laboral y generan mayores ingresos gracias a la diminución de las horas de cuidado de los infantes, los padres disponen de un mayor potencial para asumir riesgo y buscar otros empleos.

En las familias donde se reduce de manera abrupta el cuidado de los niños, aumenta en 30 puntos porcentuales la probabilidad de que los hombres cambien de trabajo a uno mejor pagado.

“Si eres de una familia pobre, salirte de trabajar o ir a buscar un trabajo es muy costoso porque puedes dejar a tu familia sin comer”, indica la economista.

Con estancias o sin ellas, las mujeres invertían un promedio semanal de 30 horas al cuidado de los niños, frente a sus maridos que sólo invertían 4, gracias a éstas, los hombres dedicaron 3.7 por ciento menos de tiempo al cuidado de los infantes y 5 por ciento menos en las tareas domésticas.

Incluso las que dedicaron una hora menor a la crianza, incrementaron su ingreso laboral en un promedio de 72 pesos mensuales.

Para aquellos casos donde el tiempo dedicado a la crianza disminuía en más de 10 horas, el ingreso se incrementó en 831 pesos.

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