PROGRESO.- El empanadero Rodrigo Ek Paredes, de 42 años de edad y vecino de la comisaría de Chicxulub Puerto, se salvó de morir de milagro, ya que estampó el carro que conducía a velocidad inmoderada contra un tráiler, el cual lo arrastró varios metros, con el chofer adentro, en la carretera Mérida_Progreso.

-De milagro se salvó de morir prensado, pues así como quedó el coche era para que no lo contara; tuvo mucha suerte y acá se ve la mano de Dios –afirmó un bombero que llegó al lugar del accidente para prestar auxilio.

El chofer del tráiler dijo que no escuchó el impacto en la parte trasera del tráiler, sino que se orilló porque sintió que la llanta delantera de la pesada unidad se desinfló y al bajar se dio cuenta que detrás llevaba arrastrando un coche y se llevó tremenda sorpresa.

Todo indica que el chofer se durmió, pues no sabe qué  fue lo que pasó, ya que cuando reaccionó el automóvil en el que transitaba el jueves en la noche estaba enganchado en la parte trasera de un tráiler, el cual llevaba un contenedor cargado con 22 toneladas de productos.

El tráiler, manejado por Mario  Pech Ortega, de 50 años de edad,  avanzó unos 200 metros llevando arrastrado al Chevrolet Sonic, placas ZAT-49-76 con el chofer dentro del compacto, quien para su fortuna, el mayor daño del impacto fue por el lado del asiento derecho y no llevaba a ningún pasajero.

El accidente con suerte ocurrió el jueves a las 9 de la noche, a la altura del kilómetro 28 de la carretera Mérida-Progreso, poco antes de las instalaciones de Pemex; los dos vehículos transitaban de sur a norte con dirección a este puerto. Adelante iba el tráiler Kenword, con placas 56 ZAT-49-29, y detrás a velocidad inmoderada circulaba el Sonic manejado por Rodrigo Ek.

El conductor del Sonic, cuya familia se dedica a la venta de empanadas en el parque de Chicxulub Puerto, viajaba solo y, al parecer, dormitó, perdió el control del volante y cuando reaccionó el automóvil se había impactado contra la parte trasera del tráiler.

Toda la parte frontal del Sonic quedó destrozada, la bolsa de aire se activó y fue lo que salvó Rodrigo Ek, pues amortiguó el golpe y sólo sufrió algunos golpes, pero ninguno de gravedad; fue atendido por paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes dijeron que no ameritó hospitalización.

Los agentes policíacos que llegaron al lugar del accidente, al ver que el automóvil estaba enganchando en la parte trasera del tráiler, llamaron de inmediato a los bomberos, pues pensaron que en el interior estaba el chofer prensado, pero el conductor del auto pudo salir sin problema alguno.

El contenedor que llevaba un cargamento de tubos de plásticos era trasladado a la terminal remota, el dueño del tráiler explicó que le urgía que desengancharan el automóvil para que pudieran continuar con el viaje, ya que la carga tenía que estar en el puerto de altura para su embarque, pues podría perder el viaje.-