PROGRESO.- Distraída pero prepotente y soberbia, la meridana Sandra Islas, de 29 años de edad se voló un alto ayer y fue chocada por un autobús del transporte urbano de pasajeros, pero se negó a ser llevada a una clínica y amenazó con demandar si se publicaban fotos del accidente.

Esta mujer  conducía distraída un Tsuru, con placas ZAR-8006,  sobre la calle 27, pero no hizo su alto, de modo que atravesó la transitada arteria de la 82  y propició que la chocaran por un autobús urbano, con placas 801524-Y y manejado por Augusto Couoh, quien transitaba en preferencia.

El choque ocurrió ayer jueves a las 13:30 horas, cuando el Tsuru manejado por Sandra Islas transitaba de poniente a oriente sobre la calle 27, pero como la conductora iba distraída, al llegar a la 82 no se dio cuenta que esa arteria, que usan camiones de carga, autobuses urbanos y numerosos vehículos, es de preferencia y atravesó.

El chofer del  autobús de pasajeros no pudo evitar la colisión e impactó al automóvil por el costado izquierdo -del lado de la conductora-, que resultó policontundida y fue atendida en el lugar del accidente por Alfredo Pech y Alexia Escalante, paramédicos de la Cruz Roja que llegaron a los pocos minutos del choque.

La conductora meridana se negó a que la trasladaran a una clínica para que la atendieran, e incluso se mostró molesta cuando se tomaban fotografías del accidente y amenazó con demandar si se publicaban las fotos del choque.

Debido que los dos vehículos involucrados en el choque quedaron a media calle, hubo problemas viales, sobre todo por los tráileres que venían de la terminal remota, así que una vez que el perito de tránsito tomó nota del percance, movieron el automóvil y el autobús.