MÉRIDA.- Acusado de abusar sexualmente de su hijastra de 10 años de edad, el sexagenario albañil Pablo Chi Haas fue notificado de que en breve se le sentenciará acusado de abusar sexualmente de la niña.

Al defenderse, el sujeto alegó que era mentira la denuncia, que la mamá de la niña defiende a un primito de la menor, luego que descubrió a la menor mientras tenía relaciones sexuales con el pariente.

Chi Haas fue denunciado por su esposa, B.M.C., en agravio de su hija A.L.M.C., la cual tenía diez años de edad  cuando su padrastro abusó de ella, pues la tocaba y besaba en diversas partes del cuerpo y amarraba a la menor para que viera como el hombre intentaba penetrar  a una perrita chihuahua. Fue acusado de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores e incapaces.

Fue aprehendido el 22 de diciembre de 2012, por orden de captura que giró la juez quinto penal, que en ese entonces era la juez Rubí Guadalupe González Alpuche, que en esta ocasión, al ser titular del juzgado primero, será la que dicte sentencia en su contra.

La madre de la niña dijo que estaba casada con el ahora detenido, con quien vivió siete años y tuvieron dos hijas, aunque ella ya tenía una niña de una unión anterior, la que resultó afectada por los abusos sexuales de su padrastro.

El problema quedó al descubierto cuando la denunciante se separó de su esposo en septiembre de 2011 y noto un cambio en el comportamiento de su hija. Una trabajadora de la Casa de la Mujerle dijo que hablara con ella y la llevara a un psicólogo para tratar de determinar qué le sucedía.

La niña relató que cuando se quedaba sola con su padrastro, éste abusaba de ella, aunque no había dicho nada debido a que el sujeto había amenazado con matarla con un cuchillo.

Señaló que su padrastro la tocaba y besaba en diversas partes del cuerpoy que que la ataba a un madero y después la obligaba a ver cómo hacía prácticas zoofílicas con una perrita. Los hechos ocurrieron en un predio de la colonia El Roble.