MÉRIDA.- Aunque le dictaron ocho meses de cárcel, de manera preventiva, el violento ladrón  Carlos Santiago Grajales Hernández, fue liberado al aceptar su culpa, por “reparar” el daño y comprometerse a varias acciones dictadas por un juez.

Este ladrón agresivo acordó con el juez Kenny Martins Burgos Salazar supuestas “medidas cautelares”: La obligación de firmar durante los primeros cinco días hábiles de cada mes, durante un año; no acercarse a menos de 50 metros de la víctima y de su esposa, así como al local en donde acontecieron los hechos; deberá cursar ante una institución debidamente establecida, algún curso de capacitación en cuanto a su profesión (panadería o repostería), y deberá mantenerse en un empleo, informando quién es su empleador, de qué se desempeña en dicho empleo, lugar y horario de labores, todo esto debe comenzar en un plazo no mayor a un mes.

Este sujeto, cuchillo en mano asaltó la licorería “El Pirulí”, el sábado 13 de febrero, y luego de robar unos cinco mil pesos hirió a Pedro Herrera López, encargado del negocio, ubicado en la calle 33 con 104 la colonia “Canul Reyes”, de puerto de Progreso.

El sujeto entró a la licorería, pidió una botella y al momento en que el encargado buscó la botella solicitada, el ladrón, con un cuchillo, se apoderó de dinero de la venta del día y huyo, no sin antes lesionar a Herrera López y amenazar a la esposa de éste.