MÉRIDA.- Aunque en un enfrentamiento en la colonia San Antonio Xluch III se dieron con todo y de la trifulca resultó un muerto y cuatro heridos, los rijosos, integrantes de las bandas “Neighboor Hood” y “Sur 13”, esos vándalos se pusieron de acuerdo y se perdonaron entre si, de modo que no pisarán  la cárcel.

Ante el perdón que entre todos se dieron, los cuatro detenidos saldrán libres mañana martes, de modo que más tardaron en llegar a la “Grande” que en ser libres como el viento de nuevo. Mejor le fue al menor de edad, ya que, aunque es peligroso y ya todo un delincuente el viento de la justicia moderna ni lo despeinó.

La bronca entre estas dos bandas fue el domingo en la madrugada, pero luego de ser detenidos se pusieron de acuerdo, a fin de librar la prisión, de modo que hicieron una tregua momentánea, sin que la rivalidad desaparezca.

Todo esto del perdón se pudo debido a que el muertito del enfrentamiento, integrante de la banda “Neighboor Hood” y quien en vida se llamó Wilberth Santiago Nájera Cámara (a) “Chaneque”, de 22 años de edad, oficialmente falleció de un infarto agudo al miocardio, ocasionado por la sobredosis de adrenalina de la bronca y del alcohol que había ingerido. Es decir, el vándalo no murió a causa de los golpes, patadas, y blockazos que recibió.

Además, Fredy Reynaldo González Tun, de 54 años de edad y quien fue herido en el abdomen con un arma blanca, se alivió de golpe y porrazo y sus heridas fueron clasificadas de lesiones que tardan más de 15 días de sanar, pero que no ponen en peligro la vida, aunque su estado de salud se reporta como delicado.

Los otros lesionados Gabriel Eduardo Cherrez, José Alberto Leal Dzul (ambos ingresados en el Hospital O’Horán) y Miguel Ángel Tuz Chan (en la T-1), se perdonaron entre si, para no parar en la cárcel.

Los cuatro detenidos, los hermanos José Hernildo, Manuel Ricardo y Pablo Jesús Cherrez Villanueva, junto con José Damián Canché Estrella, nada más estarán 48 horas privados de su libertad.

El menor de edad, Raúl Alejandro P.G., ni siquiera se preocupó, porque el benévolo sistema de justicia penal, actualmente considera niños y los juzga como tal, si no han cumplido los 18 años, no importa su peligrosidad, experiencia y delitos en los que ha incurrido.