BACA.- Lo que intentó hacer como algo “soñado”, al final de cuentas resultó ser una tremenda pesadilla para el novel e inexperto alcalde Joaquín Xuffi Cárdenas, pues la organización del Carnaval sólo le trajo duras críticas, debido a lo mal organizado, pero sobre todo por la poca participación de la gente.

Esta vez el Carnaval dejó asombrada a la gente, pero no por lo bien organizado y participativo, sino por la poca participación de la gente y la pésima organización a cargo del alcalde y del empresario Miguel Avilés, indicó una persona entrevistada.

En primer lugar, el alcalde, seguidor de Jorge Carlos Ramírez Marín, cambió de manera arbitraria y unilateral la fecha de las carnestolendas, festejo que siempre se hacía una semana después del Carnaval de Mérida, pero en esta ocasión lo hizo de manera simultánea al de la capital yucateca.

Las críticas contra el alcalde fueron por medio de las redes sociales y a través de comentarios de los ciudadanos que despotricaron contra los cambios realizados.

Otra mala decisión del alcalde inexperto fue realizar las tradicionales charlotadas en la plaza de toros, que está lejos del centro de la localidad, cuando antes ese festejo se hacía a un costado del templo parroquial.

Sin embargo, lo que creó más molestia y, por tanto, críticas negativas, fue la realización del primer paseo, ya que sólo salieron cinco camionetas con sonido y únicamente participó una comparsa, de la familia Lara.

De esta manera, atrás quedaron los paseos masivos con varios carros alegóricos.

Estas fallas las trató de compensar el alcalde con la realización de bailes gratuitos, pero, como si Dios también se hubiera molestado por los cambios, que el clima estuvo malo debido al intenso frío, de modo que muy poca gente fue a los bailes.