CIUDAD DE MÉXICO.- Sí, estamos en pleno invierno, pero esa no es excusa para encerrarnos en casa a hibernar con la alacena o despensa repleta de productos horneados y pastas cremosas para pasar el tiempo, por más que esté utilizando Netflix MUCHO más que de costumbre, tómese un rato para digerir estos ocho súper alimentos estacionales llenos de nutrientes que pueden ayudarlo a lograr o a mantener un peso corporal saludable.
- Chili
Ante la presencia del primer copo de nieve corro a desempolvar mi vieja olla de cocción lenta y salgo a comprar todo lo que necesito para preparar chili. ¿Por qué? Porque, si bien este menú es muy saciante, evitará que me vuelva rellenita (ya sabe a lo qué me refiero).
Después de todo, el chili se prepara con alimentos simples, bajos en calorías y ricos en fibras y proteínas. Por ejemplo, puede elaborarlo a base de tomates triturados, ajo, riñón o frijoles negros ricos en fibras y hasta puede agregarle un poco de proteínas magras (pollo o pavo picado sin grasa). Sin embargo, esta delicia adquiere su nombre del chile en polvo, que contiene un fitoquímico llamado capsaicina, que se asocia con la pérdida de peso debido a que acelera el metabolismo de forma natural.
- Avena
Un buen tazón de avena caliente es mi combustible para afrontar las mañanas frías. Seamos honestos, ¿a quién se le antojaría comer cereal con leche fría y frutas cuando sus pies y manos ya están lo suficientemente congelados?
La avena es el alimento perfecto para dar comienzo a un día gris. Además, promueve el desarrollo de bacterias beneficiosas en los intestinos e impacta en la forma en que la que el organismo almacena las grasas, debido a que contiene una importante cantidad de fibra prebiótica. Acompañe su tazón de avena caliente con un poco de yogur griego a fines de aumentar la ingesta de probióticos y dele un toque de dulzura al menú con unas rodajas de manzana o banana o una pizca de miel o de jarabe de arce natural.
- Acelga
¡Le apuesto lo que sea que no sabía que la acelga era el vegetal verde oficial de la temporada invernal! No sólo eso; esta delicia natural está compuesta de un dúo de nutrientes esenciales: calcio y magnesio.
Si bien ambos están asociados con el fortalecimiento de los huesos, estos dos súper elementos también sirven para saciar el apetito. Esto significa que después de una buena porción de acelga es menos probable que tenga ganas de devorarse esa enorme bolsa de papas fritas que esconde en la alacena.
- Sopa de zapallo o calabaza anco
Si bien los zapallos o calabazas se convierten en el centro de atención en otoño, los ancos son muy fáciles de conseguir en cualquier mercado local los 365 días del año, incluso en invierno. Además, su textura mantecosa los convierte en el ingrediente perfecto para preparar sopas, guisos y hasta el chili que mencioné anteriormente. También puede cortar el vegetal por la mitad y hornearlo con un poco de aceite de oliva. ¡Delicioso!
Este alimento refuerza su sistema inmunológico (por lo que habrá menos posibilidades de que se enferme) gracias a las cantidades considerables de vitamina C y beta-carotenos que aporta. Además, gracias a su alto contenido de fibras, el zapallo o calabaza lo mantendrá satisfecho a cambio de muy pocas calorías (apenas 63 por porción).
- Coles de bruselas
Lo más probable es que deba luchar con sus hijos para conseguir que coman tan sólo una col de bruselas. No se aflija, si ese es el caso, ¡habrá más para usted! Además de ser abundante en los meses más fríos, este vegetal crucífero (que luce como un repollo bebé) en realidad contiene una cantidad asombrosa de proteínas por cada 6 gramos (lo que equivale a unas 8 o 10 unidades) si se la compara con otras verduras.
Como si esto fuera poco, las coles de bruselas le brindan la dosis de fibra exacta que su cuerpo necesita. Como hemos dicho antes, la fibra lo ayudará a mantenerse satisfecho y evitará esos terribles antojos invernales durante los días de frío.
- Granadas
Esta fruta de color rojo intenso es sinónimo de invierno. Es probable que hasta haya encontrado una granada dentro de su calcetín navideño (si es que Santa lo considera un niño bueno). Pero cómo elige disfrutar sus semillas de granada es otra historia.
A mí me encanta desparramarlas en mis ensaladas o mezclarlas con un poco de avena caliente para darle un toque dulce y natural a mi desayuno. Por fortuna, las semillas de granada no sólo son extremadamente bajas en calorías, también están repletas de fibra y de magnesio, un componente clave para prevenir los temidos resfríos invernales.
- Sopa de pollo
En invierno, ¡un buen tazón de sopa de pollo no sólo es una caricia para el alma, sino también para su figura! Puede agregar una gran cantidad de vegetales en el caldo para cubrir la ingesta diaria recomendada (por ejemplo, apios, zanahorias, maíz, batata, espinaca y pimientos son algunas de las opciones).
A diferencia de las sopas cremosas, las que se hacen con caldo suelen ser bajas en calorías, por lo que no tendrá que sentirse culpable al disfrutar este delicioso y reconfortante menú. Al estar repleta de proteína magra (use pedacitos de pechuga de pollo), esta sopa reforzará su sistema inmunológico y prevendrá los molestos y temidos resfrío invernales.
- Batata o papas dulces
Después de comer tanto puré de papas para el día de Acción de Gracias y para el banquete de Año Nuevo, es probable que su cuerpo le esté pidiendo a gritos que opte por un menú más saludable. Por fortuna, las batatas o papas dulces superan a sus contrapartes blancas y almidonadas debido a que poseen un índice glucémico mucho menor.
No sólo se encargan de equilibrar los niveles de azúcar en sangre durante los meses de invierno, sino que están tan repletas de fibra exquisita y saciante como las papas. Además, son un vegetal súper versátil que se puede agregarse en sopas, guisados, salsas y revueltos para subir la temperatura en los días fríos de invierno.
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