PROGRESO.- Como desde hace 33 años, este 27 de enero María Candelaria Jiménez May cumplió la promesa que hizo en 1983 a los Tres Santos Reyes de Tizimín, luego que su hijo Eutimio Andrés May sobrevivió a pesar de los pronósticos médicos, pues el bebé nació cuando apenas tenía seis meses y 15 días de gestación.

El milagro se hizo, ya que Eutimio Andrés sobrevivió y desde enero de 1984 María Candelaria organizó el primer novenario de los Tres Santos Reyes, de los cuales su familia es devota, de modo que la festividad creció año con año.

Desde enero de 1984 bautizaron el gremio de Niños con el que cada año se cumple la promesa a los Tres Santos Reyes, cuyo novenario finalizó ayer sábado y luego hubo una misa, a las siete de la mañana, la cual ofició el presbítero Francisco Mukul Domínguez, párroco de la Purísima Concepción y San José. A la eucaristía asistieron integrantes de la familia May Jiménez, amigos, vecinos y demás familiares.

Eutimio Andrés tiene 33 años, es trailero, al igual que su papá Eutimio May, pero ayer viajó a Valle del Sur, Tekax, a donde fue a buscar un cargamento de pepino y berenjena que se exporta a Estados Unidos, de modo que, al igual que su papá, no pudo estar en el festejo que se hizo ayer en el último día del novenario de los Tres Santos Reyes.

María Candelaria, quien encabezó la procesión con las imágenes de los Tres Reyes y estandartes, dijo que su hijo Eutimio es papá soltero, tiene tres hijos -dos niños y una niña-, que tuvo con dos esposas que ha tenido.

Los voladores y el son de la charanga jaranera despertaron a los vecinos de la calle 70 entre 27 y 29, desde donde partió la procesión a las 6 de la mañana, para dirigirse al templo parroquial, a donde asistieron a la misa de las 7 horas.

-Mientras Dios me conceda vida cumpliré con la promesa que les hice a los Tres Santos Reyes,  de cada año realizar su novenario por el milagro que hicieron para que Eutimio viva –dijo María Candelaria.