MÉRIDA.- Varios empleados municipales de Mérida se han quejado del regidor de MORENA Regino Octavio Carrillo Pérez, porque los trata muy mal, sobre todo cuando lo llaman por su primer nombre, porque no le gusta como le puso su papá.

El personal de la Comuna evita a toda costa tratar con este edil porque es muy prepotente y si alguien comete el “gravísimo error” de llamarle Regino lo regaña y si puede lo acusa con sus jefes.

De hecho, el concejal ha solicitado a todos sus homólogos, incluido el alcalde Mauricio Vila Dosal, que no lo llamen Regino porque odia ese nombre, de modo que dio la instrucción de que sea nombrado única y exclusivamente como Octavio.

Las secretarias de la Sala de Regidores hasta miedo tienen de atenderlo, porque saben que cualquier equivocación (por más intrascendente que sea) será motivo de un fuerte regaño.

En días pasados, el regidor “de izquierda” criticó a morir a los medios de comunicación y defendió a ultranza a la Comuna al señalar en plena sesión de Cabildo que la prensa en lugar de exhibir las equivocaciones del gobierno municipal debería resaltar los logros de la actual administración.

Por esa y otras razones en MORENA se prepara su expulsión, aunque pensándolo bien sólo le haría un favor al edil, quien por cierto en diciembre pasado hasta acudió a las posadas del PAN, en donde (de acuerdo a los asistentes) se la pasó muy bien y hasta fue arropado por los dirigentes de ese partido.