MÉRIDA.- De lo deseado a lo factible hay un trecho, de lograr un producto perfecto a crearlo, también dista un largo camino.

El teléfono móvil inteligente como artículo electrónico revolucionario se encuentra en una ola de innovación que se desinfla.

Tras unos años en los que las sorpresas y los avances protagonizados por los fabricantes ha sido inmensa, se ha llegado a un punto en el que, generación tras generación, no hay nada verdaderamente llamativo como para descorchar el champán.

Y uno de los aspectos en donde menos se ha innovado es en la autonomía de la batería.

La duración de las mismas es, por ahora y no se sabe cuándo, uno de los mayores retos del sector.

Aunque se han dado pequeños pasos y se ha comenzado a experimentar con nuevos materiales y sistemas de carga, ningún fabricante, hasta la fecha, ha encontrado la fórmula idónea.

Desde hace algún tiempo las filtraciones y rumores que discurren por internet se acercan a las características y prestaciones de los futuros dispositivos.

¿Cómo no tenerlos en cuenta? Por esta razón, a tenor de lo comentado en torno al próximo modelo de iPhone, que los analistas prevén que se denominará iPhone 7 siguiendo la tradición, este terminal será, a priori, más revolucionario que el actual.

Y no es para menos, puesto que Apple, a pesar de vivir casi en la inmunidad de la crisis que apunta a que las ventas del «smartphone» en su conjunto se enfriarán esta temporada, tiene varios ases en la manga con el que volver a agitar el mercado.

Por supuesto, nadie sabe -ajeno a la empresa americana- cómo será.

Ni qué diseño tiene, pero lo que se va conociendo da pie a pensar que sí, que puede marcar terreno como lo hizo en anteriores épocas.

Carga inalámbrica

Una de esas características de las que se habla viene, precisamente, de una mejora técnica en las baterías.

Apple está trabajando con diferentes socios en EE.UU. y Asia para desarrollar nueva tecnología de carga inalámbrica a distancia que se podría implementar en sus dispositivos móviles, de acuerdo a una información procedente de Bloomberg, aunque esta función podría retrasar su llegada para el próximo año.

¿En qué consistiría, no obstante? En aras de superar las barreras técnicas existentes en la actualidad, un futuro modelo de iPhone podría integrar un sistema capaz de cargarse de manera «invisible» sin necesidad de una base de carga.

Pero, eso sí, este movimiento se efectuaría a sabiendas que ya existen propuestas más o menos similares.

Samsung o Sony, por ejemplo, han lanzado sistemas de carga inalámbrica, aunque con una base que requiere de proximidad del terminal a una placa de carga.

Apple, no obstante, lleva tiempo trabajando en una forma de dar un paso más.

Lo lleva haciendo desde 2012, cuando registró una patente que describía un mecanismo para recargar iPhone sin necesidad de enchufarlo a la red eléctrica y, con motivo de la llegada del iPhone 6S, se volvió a hablar de ello.

¿Quiere decir que ya se está en los últimos compases para hacerlo viable a nivel comercial? El tiempo dirá.

La batería utilizada sería de 3.100 mAh, que promete una jornada completa.

El desafío de decir adiós a los cables

Entre las propuestas más cercanas que cobran sentido, hasta el punto de considerarse factibles a día de hoy, se encuentra la posibilidad de que el iPhone 7, que podría presentarse en septiembre, elimine el conector jack de 3.5 milímetros, utilizada para los auriculares.

La justificación se debe al desafío que plantea Apple de adelgazar hasta la mínima expresión el grosor del terminal sin perder, eso sí, robustez.

De esta forma, este modelo no requeriría de cables de audio, según desvelaba recientemente el medio especializado «9to5mac», conocido por sus constantes aciertos de las innovaciones de Apple.

En su lugar, el usuario necesiaría de unos auriculares con conector Lightning o, sencillamente, con conectividad inalámbrica Bluetooth.

Esta decisión, no obstante, viene por el deseo de convertir al iPhone en un aparato sumergible.

La resistencia al agua y la característica «waterproof» se va abriendo camino como un standard entre algunos de los «smartphones» más avanzados del mercado. ¿Llegará finalmente?

Nuevos paneles

De nuevo, ha saltado el rumo sobre la pantalla utilizada. ¿Será cristal de zafiro? Puede.

Este material le otorgaría una robustez sin parangón.

¿Qué decir de los paneles OLED? Se ha especulado también en ese aspecto.

Lograría mayores contrastes que la pantalla LCD incorporada en la actualidad, pero es un paso importante que, visto en perspectiva, podría retrasarse hasta dentro de un año.

La tecnología 3D Touch, que permite discernir la presión efectuada por los dedos del usuario, aspira a su vez cobrar mayor relevancia en el futuro.