MÉRIDA.- Interesante fue el tercer Informe de Gobierno de Rolando Zapata Bello, quien anunció grandes inversiones para el estado que redundarán en mayor empleo y en un crecimiento económico tangible.
El evento, realizado en el Centro de Convenciones Siglo XXI, empezó a las 11:35 de la mañana; en el recinto estaban presentes funcionarios de los tres niveles de gobierno y de los tres poderes, autoridades universitarias, legisladores federales, así como gobernadores y ex gobernadores.
Acudió el rector de la Uady, José de Jesús Williams; el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega, delegados federales, líderes de las agrupaciones afines al PRI, y en general representantes de todos los sectores.
Mientras el mandatario estatal presentaba a sus invitados especiales, la magistrada del Tribunal Superior de Justicia Ligia Cortés Ortega no dejaba de tomar fotos y “selfies” con su teléfono celular.
Asimismo, brilló por su ausencia el alcalde Mauricio Vila Dosal, quien como se sabe se encuentra en Chile con motivo del nombramiento de Mérida como Capital Americana de la Cultura.
Fue en su lugar la secretaria de la Comuna, María Fritz Sierra, quien es la encargada de la presidencia municipal en ausencia de Vila.
Vale la pena recordar que hace un año, cuando Mauricio Vila era diputado local fue sentado en las últimas filas del Poliforum Zamná; hoy se encuentra fuera del país.
También se pudo observar llegar corriendo porque ya se le había hecho tarde al “autoexiliado” Nerio Torres Arcila, quien caminó lo más rápido posible para no saludar a nadie.
Media hora después de iniciado el Informe abandonó el recinto el arzobispo emérito de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belauzarán; y las 12:35 hizo lo mismo el delegado federal Víctor Sánchez Álvarez.
Quien no soltaba su celular fue el diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín, así como la regidora priista de Mérida, Diana Herrera Anduze, y muchos funcionarios más de mediano y bajo nivel.
En general fue un informe bastante completo, donde las medidas de seguridad no fueron tan estrictas como en años anteriores; asimismo, a diferencia del 2015, en esta ocasión la mayoría de los invitados especiales del gobernador permanecieron hasta el final en sus asientos.