MOTUL.- Aunque está inconcluso, el parador del cenote Sambulá es rentado por la Comuna que encabeza el panista Vicente Euán Andueza, quien alquila los espacios de este edificio para eventos sociales, como bodas, XV años, entre otros.

El cobro se hace dependiendo de cuántos espacios de “La Casa del Artesano” se quieran alquilar, de modo que el precio llegaría a mil 800 pesos.

La Comuna, cuya labor debe ser promover el lugar para que acuda el turismo, no hace nada al respecto, y los famosos “artesanos” no se aparecen en el local en donde lucen varios candados. Reditúa más rentarlo como local social que fomentar el apoyo a los artesanos.

Este parador turístico, cuya construcción comenzó durante la gestión del alcalde priísta Julián Pech Aguilar, es un “elefante blanco” que alimenta la estadística de los paradores en diversos puntos del estado que han corrido con la misma suerte, por citar un caso, el mirador de Santa Rita, en Chemax.

En un recorrido por el lugar se constató que las instalaciones no se usan para lo que se planeó: “el centro de exposiciones” de las creaciones de los artesanos de la localidad.

Hoy, el proyectó de la “Casa del Artesano en el cenote “Sambula”, luce vacío. Los locales con candados y en el lugar sólo estaban dos mujeres, que deambulaban por una sala abierta, con capacidad hasta para 500 personas y en donde sólo encontramos follaje y hojas arremolinadas.

Casos como éste se dan de manera repetida en diversos puntos del estado, en donde iniciativas de la gente encuentran voz en dependencias como el CDI, órgano que ofrece un presupuesto a agrupaciones de habitantes que se hacen cargo de un sitio natural o arqueológico con potencial, para después abandonarlos a su suerte.

Este parador tuvo un costo inicial de 5 millones de pesos del Fondo de Cultura del Ramo 23, que se gastaron en una fachada monumental, en la rehabilitación del estacionamiento, en una cafetería, áreas verdes, locales para artesanos y la palapa mayor.