MÉXICO.- El papa Francisco declaró hoy que de pequeño, cuando le preguntaron una vez qué quería ser de mayor, contestó que le gustaría convertirse en uno de los carniceros que veía en el mercado al que iba acompañado de su abuela o su madre.

Carnicero”, dijo que contestó cuando en su casa un día le preguntaron cuando estaba a la mesa con su familia.
Porque el carnicero que había en el mercado cogía el cuchillo (…) era un arte y eso me gustaba”, explicó

Y luego, obviamente, cambié de idea”, agregó el pontífice, quien contestó así a una pregunta de uno de los más de seis mil niños cantores de coros de religiosos de diversos países a los que recibió hoy en el Aula Pablo VI del Vaticano.

A la interrogante de si ¿alguna vez se enoja?, contestó:

Sí, me enojo pero no muerdo. Y recuerdo cuando yo hago enojar. Enojarse hace mal a uno mismo, envenena. Hay gente que tiene el alma amarga, que todas las mañanas se lava los dientes con vinagre”.

Vivir enojado es una enfermedad. Y el remedio es rezar más. Un propósito para el nuevo año es rezar más”, comentó.

El Papa señaló que el mundo no siempre será malo, puede mejorar, y consideró necesario hablar de una “cosa que no gusta”. Entonces constató que en el mundo hay una lucha entre el bien y el mal, entre diablo y Dios.

Sostuvo que cuando se hacen maldades, aunque sean pequeñas, son inspiración del demonio. El mal, precisó, se puede hacer en grande y en cosas simples, tanto en la guerra como en un muchacho o una muchacha mentirosos.

Más adelante lamentó que no se publiquen en los medios las cosas buenas porque, explicó, a la gente le gusta más ver las cosas feas y las malas noticias.

¿Por qué no se ve en la televisión a la familia que educa bien? Porque existe esta atracción hacia el mal. Existe tanta gente santa pero no se ve en la televisión porque eso no tiene rating, no tiene publicidad”, indicó Francisco.

Si quieres tener rating sea periodístico, en televisión, muestra sólo las cosas feas. De las cosas buenas la gente se aburre o no se saben presentar, hacerlas ver bien”, añadió.

La tarde de este jueves 31 de diciembre el papa Francisco despedirá el año con el rezo de las vísperas y el canto del himno de gozo “Te deum”, en la Basílica de San Pedro.

La mañana del 1 de enero celebrará una misa dedicada a la Virgen María.

NOTIMEX.-