PROGRESO.- Policías municipales, estatales y bomberos se convirtieron en los héroes anónimos de la Navidad, ya que rescataron del fuego a una familia, cuya céntrica vivienda se incendió a  causa de un corto circuito y los ocupantes eran víctimas de la intoxicación por el humo inhalado y con riesgo de morir quemados.

Los esposos Francisco Alpuche Esquivel y Cristabela Briceño Vázquez, de a 50 años de edad, su hija Cristabela, de 22 y los nietos Víctor Emmanuel y Ainé, de tres y dos años de edad, respectivamente, dormían en la planta alta del predio ubicado en la transitada calle 31 entre 82 y 84 ubicado a un costado de la terminal urbana de pasajeros.

Los hechos ocurrieron el jueves a las 6:30 de la mañana, el incendio fue causado por un corto circuito en un refrigerador instalado en la planta baja del predio, en donde recientemente se habilitó como una cafetería. El humo invadió la planta alta, en donde dormían los esposos Alpuche Briceño, su hija y sus dos nietos.

Los esposos y su nieto Víctor Emmanuel ya estaban siendo afectados por el humo ocasionado por el fuego, según informes proporcionados por tragahumos y uniformados que rescataron Cristabela Briceño, a sus nietos e hija. Francisco Alpuche fue el primero en salir de la casa para pedir ayuda y fue el que más resultó afectado con quemaduras de segundo y tercer grado.

Debido a que camino descalzo y pasó entre el fuego al bajar las escaleras, Francisco Alpuche sufrió quemaduras en las plantas de los pies, los cuales de acuerdo con los médicos que lo atendieron en el Centro Médico Americano (CMA) de esta ciudad, esas lesiones tardaran en sanar dos semanas.

A Francisco Alpuche, quien tenía el rostro, las manos y los brazos ennegrecidos por el humo, y sufrió quemaduras en el brazo derecho, un uniformado le colocó vendas mojadas en la cara, pues no soportaba el dolor.

Fue cargado por dos policías estatales, quienes lo subieron en una patrulla y lo trasladaron a al CMA, a donde llevaron en una ambulancia de la Cruz Roja  a su esposa Cristabela Briceño, a su hija y a sus nietos.

Cristabela Briceño sufrió quemaduras de segundo grado en varias partes del cuerpo, heridas que tardarán también por lo menos quince días o un mes para curarse.

Los tragahumos llegaron a tiempo y controlaron el fuego que había alcanzado las escaleras, el baño y un cuarto; enseguida colocaron una escalera para rescatar a la familia, a quienes bomberos y policías salvaron de morir.

El humo que salía en la planta alta se veía por distintos puntos de la ciudad, lo que vieron las personas que pasaban por la calle 31 y con la llegada de carrobombas, patrullas y ambulancia con sus sirenas numerosos curiosos se concentraron en el lugar y presenciaron el rescate de la conocida familia Alpuche Briceño, quienes pasaron la Nochebuena en el hospital.