MÉRIDA.-  Bastó el pago de dos mil pesos, en “abonos chiquitos” y la frase “usted perdone por el madrazo y el navajazo que le di”, para que Rey David Cimé Poot, se salvara de pasar ocho meses en la cárcel, acusado de robo calificado, luego que hace un mes asaltó a una señora que llevaba consigo a su hija de 10 meses.

En síntesis: el único ganador con esta decisión fue el delincuente, pues no estará preso, mientras que el daño moral, físico y psicológico de la víctima nunca será reparado.

Este sujeto se benefició de otra polémica decisión de la jueza de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez, quien aprobó suspender el proceso en contra del acusado.

Gracias al Nuevo Sistema de Justicia Penal, la juez aprobó suspender, con una serie de condiciones y asegurando un supuesto plan de reparación del daño a la víctima, Carmen Guadalupe Aké Gutiérrez, el proceso en contra de Rey David, quien en noviembre pasado asaltó a Carmen Guadalupe, en la colonia Emiliano Zapata Sur III.

Los fiscales y la defensa manifestaron que el imputado se comprometió a residir en un predio determinado, a no acercarse al domicilio de la denunciante, a tener un trabajo o empleo estable y a  firmar los primeros cinco días de cada mes en el Centro Estatal de Medidas Cautelares y Suspensión Condicional del Proceso, organismo dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Yucatán, encargado de dar seguimiento a estas medidas.

En la audiencia, la jueza de control se cercioró de que el imputado conozca los alcances de esta salida alterna, así como el plan de la reparación del daño que será pagado en dos cantidades de 1,000 cada una.

Al procesado se le explicó que si en ocho meses  cumple con las condiciones se extinguirá la acción penal y, en consecuencia, se decretaría el sobreseimiento de la causa en su contra. Esta decisión también dejó sin efecto la medida cautelar de prisión preventiva, que le fue impuesta hasta el 19 de enero.

El 11 de noviembre el imputado sorprendió a su víctima cuando ésta se dirigía a su domicilio llevando a su hija de apenas 10 meses de nacida, en una carriola.

Cuando pasaba por la avenida 86 con 173 de la colonia antes mencionada, Rey David la amagó con un cuchillo, exigiéndole todas sus pertenencias.

Al indicar la víctima que no traía dinero, sólo su teléfono celular, el ahora imputado sacó de entre su ropa un cuchillo que puso en el cuello de la afectada, tratando de amedrentarla, para después propinarle un golpe con el puño en la mejilla derecha y provocarle una herida en un brazo, antes de salir corriendo con el celular hurtado.