MÉRIDA.- La gran mayoría de los panistas no está de acuerdo con las cargadas oficiales ni con las líneas, por ello el proyecto que encabeza Jesús Perez Ballote, ahijado político del  alcalde Mauricio Vila Dosal y adoptado por el ex priista Roger Torres Peniche, va a la baja, pues cada vez menos personas desean brindarle su respaldo.

Por ello,  se “cocina” una “megaalianza” entre los demás aspirantes a dirigir al PAN en Mérida: Henry Cetina Cámara, Luis Canto García, Enrique Manero Moreno y Felipe Duarte, pues saben que si van por separado sin duda perderían ante la maquinaria del Ayuntamiento (al estilo del PRI), pero si van unidos con uno de ellos como representante tienen amplias posibilidades de aplastar al niño consentido de Mauricio Vila y Roger Torres.

Aunque Chucho presumió en sus redes sociales una foto con el empresario Ali Charruf (quien será su patrocinador a cambio de ser secretario general del Comité Municipal del PAN en Mérida, en caso de ganar el proceso interno) poco le ha servido para subir su popularidad.

Incluso, el grupo en el poder, desesperado por la caída en picada de Pérez Ballote, envío un boletín a los medios de comunicación que están en la nómina del Ayuntamiento, para que reproduzcan de forma íntegra, lo que hicieron a regañadientes, pues no les quedó de otra que hablar mal de uno de los más fuertes contendientes de Chucho.

El punto es que el proyecto que encabeza Pérez Ballote, que representa el oficialismo en su máxima expresión, cada día tiene menos arrastre entre la militancia, lo que tiene muy preocupados a sus “titiriteros”.

En contra parte, los panistas que no representan la línea ni los intereses políticos y económicos del grupo oficial se han unido porque simbolizan una opción diferente.

Para muchos militantes de Acción Nacional el posible triunfo de Chucho Pérez Ballote significa más derrotas para este instituto político, como ocurrió este año, cuando el único logro que tuvo fue conservar Mérida y ganar dos distritos locales de siete que tienen cabecera en la capital yucateca.

De igual forma, los comités estatal y municipal de Acción Nacional perdieron los dos distritos federales con sede en Mérida (de hecho perdieron las cinco demarcaciones del estado) y es que el cuarto distrito era bastión del PAN.

Muchos panistas entrevistados tiemblan de miedo ante un posible triunfo de Chucho, porque saben que con él como dirigente el PAN no tiene nada que hacer en el 2018, pues la derrota electoral será inminente, y más si le habla al oído el ex operador priista Roger Torres, quien tiene una relación más que excelente con el PRI, además de que nunca ha dudado en vender a los candidatos panistas a cambio de favores.