JAPÓN.- El sueño del Mundial de Clubes acabó para las Águilas, esperaron mucho tiempo para presentarse en este torneo y todo se derrumbó de un plumazo, las Águilas no se medirán al Barcelona, se quedarán en Osaka para pelear por el quinto puesto, porque el Guangzhou le sacó la victoria (1-2) en el último suspiro.

Ambriz buscó que su equipo repitiera la actuación que ofreció contra Pumas en el juego de vuelta de las semifinales y que le dio buenos dividendos más allá de la eliminación.

Así que mandó el mismo dibujo táctico, pero con la inclusión del Chepe Guerrero en la posición que en aquel juego desempeñó Güémez en la media de contención.

El partido arrancó con los dos equipos tensos, había mucha ansiedad, conscientes de que cualquier despiste podía pagarse caro, evitaron correr riesgos y ser un poco cautos.

A las Águilas les costó trabajo entrar en el partido, no encontraban la pelota como deseaban, mientras los chinos fueron un equipo que buscaba armar sus jugadas con rápidos acompañamientos.

Fue Robinho el primero en disparar con dirección a gol, un tiro raso que Moisés tapó sin apuros. Poco a poco se fue asentando América, pero sus conexiones eran esporádicas y otras poco precisas.

Paul buscó con un tiro-centro raso que se fue desviado.

No se soltaba ninguno de los dos equipos, les ganaba más la idea de no sufrir daño que la decisión de lanzarse a buscar el juego.

Estuvo cerca de abrir el marcador América en un tiro libre cobrado por Paolo Goltz, el central argentino sorprendió al pedir la pelota y la puso en la horquilla, le faltaron unos centímetros para hacer daño a los chinos.

Mientras, el equipo de Felipao lograba algunas sensaciones de miedo, sobre todo con sus desprendimientos en velocidad, pero la zaga azulcrema lograba ponerles freno.

El América trataba de activarse a partir de Sambueza y Andrade, pero los volantes tampoco hallaban la manera para hacer llegar la pelota a tierra peligrosa.

Sobre el final del primer tiempo, fueron los chinos los que apretaron y pusieron a sufrir a la retaguardia azulcrema.

Un par de pelotas mal rechazadas exigieron la intervención de Muñoz y de cualquier defensa que estuviera cerca para alejar el peligro, solventó el apuro América que respondió en un córner rematado por Pablo Aguilar y Benedetto, pero también los chinos dieron respuesta defensiva.

Esa jugada pareció despertar a América, el cuadro de Ambriz salió más convencido y decidido para el segundo tiempo y fue en el arranque del complemento cuando vivió sus mejores pasajes.

Los laterales por fin empezaron a soltarse y Paul mandó un centro que cabeceó Oribe, pero el portero Li Shua evitó el gol.

 Después Benedetto cabeceó por un costado otro centro del mismo Paul. Y Darwin remató muy cruzado en el área.

Fue cuando el equipo mexicano se creyó capaz de hacer daño.

En una contra bien montada, Benedetto se llevó a su marcador a base de pulmones y mandó un centro que cabeceó Oribe para lograr el anhelado gol.

El juego pasó al escenario que mejor le gusta a las Águilas con espacio para tratar de liquidar el partido en un contragolpe. Tuvo sus oportunidades el conjunto de Ambriz, pero no las supo capitalizar, y se salvó del empate en una jugada que Feng Xiaoting mandó por un costado de forma increíble.

La tuvo Benedetto en otro contragolpe, pero el Pipa buscó bombear la pelota, pero ésta se le escurrió.

Felipao fue a buscar el juego y América le faltó calma, la decisión de los chinos los llevó a encontrar el empate en una jugada vertiginosa que América no pudo frenar, y el remate de Zheng Long se le escurrió a Moisés.

Para colmo de malas, América se perdió en el campo, Darwin le soltó un cabezazo a Sambueza porque éste le recriminó al colombiano que perdiera la pelota.

Faltaban diez minutos y Nacho no pudo cerrar el juego, y los chinos se lanzaron por el segundo, y acabaron mejor el partido.

Y América se derrumbó en el último segundo cuando en un tiro de esquina se perdió la concentración y Paulinho terminó con todas las ilusiones americanistas.- MILENIO