PROGRESO.- Con una nutrida participación de fieles, los camioneros urbanos realizaron el lunes pasado su peregrinación guadalupana, que partió a las 8 de la noche la iglesia de la Purísima Concepción y San José y llegó a la capilla de la virgen de Guadalupe, ubicada en la calle 31 con 100 de la colonia Juan Montalvo.

En el acto de devoción, en el que participaron unas dos mil personas, estuvo presente el representante de los Camioneros, Mario de Jesús Gutiérrez, quien les pidió a los presentes que fomenten siempre los valores humanitarios en sus familias, ya que los más pequeños siguen el ejemplo de sus papás.

En la peregrinación, los creyentes manifestaron su devoción por la Virgen María, por medio de alabanzas y frases bíblicas.

A su vez, el presbítero Israel Pardo Vargas ofició la misa correspondiente, en la cual destacó la importancia de la Virgen de Guadalupe.

Al finalizar la ceremonia, el padre Pardo Vargas pidió un caluroso aplauso para la guadalupana y   los casi 400 católicos que participaron en la misa se pusieron de pie, aplaudieron, veneraron ala virgen y entonaron cantos.

En esta ocasión, el niño Ángel Demián Gutiérrez Anguas fue el encargado personificar a San Juan Diego, quien señaló que fue la segunda ocasión que interpretó al santo mexicano, y que,  a pesar de sus ocho años, le tiene  mucha fe y devoción a la virgencita y quiere seguir participando.

La niña  Dayana Nailea Leal Tamayo representó por segunda ocasión a  la Virgen de Guadalupe,  pero que ahora lo disfrutó más, porque no sintió nervios.

-El recorrido lo disfruté mucho, es lo que más me gustó y siento que ahora fue más fluido todo. La misa del padre Israel fue maravillosa, dijo Dayana Nailea.

Mario de Jesús Gutiérrez indicó que esta tradición es totalmente familiar -Mi padre Fernando Gutiérrez-  fue el que me inculcó el amor por la Virgen, desde niño siempre personifiqué varios personajes bíblicos, esto es algo que se me quedó en mi vida y ahora busco heredarlo a mis hijos.

De igual forma el líder de los camioneros señaló que uno de los problemas que atraviesa la sociedad es que los papás no les inculcan valores católicos a sus hijos, los cuales crecen alejados de Dios y muchas veces se van a caminos equivocados.

-Quiero señalar que mi familia realiza estos gremios por amor a la Virgen; el día que más esperamos es el siete de diciembre, para lo cual nos preparamos durante varios meses para ofrecer lo mejor de nosotros y por ende, quiero que mis hijos adopten estas devociones- señaló el camionero.