MÉRIDA.- Luego de ser imputado por robo, Luis Antonio Uicab Uitzil,  secretario de conflictos del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial, a quien se le sorprendió cuando robaba 110 dólares en horas de trabajo, volvió a su trabajo como si nada, aun que portaba un brazalete electrónico.

El sujeto, a quien se le ha sorprendido varias veces cuando robaba diversas cosas, prometió que no iba a acercarse a su víctima e iría a firmar.

La juez de control, Elsy del Carmen Villanueva Segura, decretó como legal la detención e imputó el cargo de robo calificado que denunció la contadora Silvia Dolores Comas Carrillo, que trabaja en la oficina de auditoría ubicada en los juzgados penales.

Trabajadores del Poder Judicial indicaron que parece ser que la impunidad es el sello característico del Nuevo Sistema de Justicia Penal y si el acusado se es parte del sindicato mucho más.

UIcab Uitzil deberá portar el brazalete electrónico, no salir del Estado, acudir a firmar al Centro de Medidas Cautelares y no aproximarse a la víctima ni a los testigos durante un lapso de seis meses.

Sin embargo, a “alguien” se le olvidó que los juzgados penales son el centro de trabajo del intendente, la contadora y los testigos, de modo que de antemano es una burla esa medida, pues siempre va a tener que estar cerca por cuestiones laborales.

Ayer lunes se vio a Uicab Uitzil trabajar en los juzgados penales y llevaba oculto entre sus ropas el brazalete o grillete electrónico.

El intendente contaba con un amparo, porque fue denunciado por haberse apoderado de 10 mil pesos en el edificio de los juzgados de la calle “35”.

De ahí pasó a Mediación, de donde desapareció una laptop y luego se le cambió a los juzgados penales.

A raíz de su llegada a este lugar, al juez Luis Felipe Santana Sandoval se le perdió una gargantilla.

Luego, en el cambio de los juzgados civiles a ese edificio del sur de la ciudad, se extraviaron cinco mil pesos a la juez Pedrera Irabién.

Se comenta que este amigo de lo ajeno está bien parado con un magistrado y por eso no lo toca la ley.