MÉRIDA.- Aunque el alcalde Mauricio Vila Dosal y sus cercanos colaboradores se han esforzado en mantenerlo oculto, el ex alcalde Renán Barrera Concha saqueó las arcas municipales, de modo que el atraso en el pago a proveedores se debe a que, a pesar de que se les dijo que les dejaron $72 millones para trabajar, en realidad ese dinero no existe.

Ese dinero debió estar distribuido en las dependencias, para sus gastos de operación, pero la realidad es que no lo había, y el alcalde, en contubernio con la síndico Claudia Canto Mézquita lo ocultaron y han buscado la forma de obtener dinero, por medio de préstanos y con nuevos impuestos.

“Vila recibió saqueada la Comuna, pero en una actitud partidista y deshonesta lo ocultó y ha buscado de otras formas, que afectan a los ciudadanos, tratar de hacer que las dependencias funciones, aunque frenó ascensos prometidos y más contrataciones”, dijo otro de los entrevistados.

Otro entrevistado dijo que mientras los ciudadanos pagarán las consecuencias de este desfalco, los funcionarios de primer y segundo nivel gozan de buenos sueldos y prestaciones, de modo que a ellos no les importa si la Comuna estaba saqueada.

De acuerdo con investigaciones realizadas, esta es una de las razones por las que se dejó a la tesorera Laura Muñoz Molina, quien en lo que resta del año tratará de ver la forma de cómo “cuadrar las cuentas”, de modo que a pesar de que los $72 millones desaparecieron al final del ejercicio de este año todo debe aparecer bien.

La principal operadora de esto es la ex tesorera Claudia Canto, quien se encarga se cubrir los “bisnes” de los alcaldes, de modo que esa es una de las razones por las que con Renán Barrera se subió estratosféricamente el sueldo sin que nadie se opusiera.

Ahora fue colocada como síndico, que se supone tiene la tarea de fiscalizar las cuentas del alcalde, pero con toda esta corrupción ya sabemos que va a pasar, es decir, nunca va a encontrar nada malo dijo una de nuestras fuentes.