MÉRIDA.- Como ha sucedido en varias ocasiones, un chofer del transporte urbano de pasajeros ocasionó de nuevo un accidente, pues le dijo a un automovilista que podía pasar, a pesar de que venía otro auto de modo que los dos vehículos chocaron.

Esta vez, las víctimas de un chofer del transporte urbano fueron un trabajador de la Secretaría de Seguridad Pública, quien iba en su carro particular, y un empleado de del Sicey, que manejaba una camioneta.

Samuel Medina, empleado de la SSP, manejaba un Ford Focus, con placas DGT-76-14, de Campeche, de sur a norte sobre la calle 12 de la Portes Gil. Al llegar al cruce con la Avenida Quetzalcóatl, hizo su alto obligatorio.

Sin embargo, un autobús urbano que pasaba por el rumbo, se detuvo para bajar pasaje y le obstaculizó la visibilidad. En ese momento, el chofer del “bus” le hizo señas con la mano, indicándole que podía seguir su camino tranquilamente.

El trabajador de la SSP obedeció, sin pensar que en esos precisos momentos, con preferencia de paso transitaba de poniente a oriente sobre la citada avenida una camioneta del Sicey, con placas YP-22-899 y guiada por Eduardo Uicab, contra la cual chocó.

Los accidentados llegaron a un arreglo, mientras que el chofer del autobús siguió su camino tranquilamente, como si no hubiera pasado nada.