BACA.- Como si fuera un candidato, el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega fue recibido ayer sábado con voladores mestizas y por cientos de fieles que se reunieron en el campo de béisbol y luego recorrió a pie varias calles, hasta llegar a la iglesia de la Purísima Concepción, en donde celebró una misa, luego realizó una procesión y finalmente vio la vaquería, en honor de la patrona del municipio.

Desde las 8 de la noche, numerosas personas se transportaban en mototaxis hasta la salida de Baca, rumbo a Mocochá, para recibir al arzobispo; muchos iban vestidos de jaraneros y otros llevaban globos; la policía realizó un operativo, para evitar accidentes.

Monseñor Rodríguez Vega fue recibido por el padre Yvan González Aguilar y por el presidente municipal Joaquín Xuffi Cárdenas y por los grupos apostólicos.

A su llegada, el prelado fue saludado por cientos de fieles, para luego comenzar el recorrido sobre la calle 21; durante este trayecto, numerosos vecinos salían de sus casas para ver pasar a   monseñor, quien daba bendiciones, pero sin detenerse.

Poco a poco los fieles se unían al contingente, y el final del recorrido fue en la iglesia de la Purísima Concepción; al entrar a la iglesia, el arzobispo saludó a la imagen de la virgen, que se encontraba a un costado.

Antes de empezar la misa, el arzobispo agradeció a todas las personas que lo acompañaron y dijo estar feliz por visitar a la virgen de la inmaculada concepción; la misa que oficio tardo aproximadamente una hora.

Al término de la misa se realizó una procesión por las principales calles de esta localidad y ligo la imagen de la virgen entró al lugar en donde se realizaría la vaquería.

Ahí los grupos apostólicos entraron y acompañaron a la virgen de la Purísima Concepción; la vaquería fue amenizada por la orquesta Temaxeña.

Antes de comenzar los aires del mayab, el maestro de ceremonias le pidió a monseñor  Gustavo Rodríguez que dirigiera unas palabras, quien dijo que no estaba en el programa que él hablaría, pero manifestó que es bonito ver a tanta gente reunida para festejar a la virgen de la Inmaculada Concepción terminó con la frese  “que empiece la vaquería”.

Sin embargo, el maestro de ceremonia dijo: ahora tendremos las palabras del Arzobispo Yvan González Aguilar, cuando en realidad es el párroco de la iglesia; al llegar al micrófono, el padre dijo “ahora me toca hablar colega”, y enseguida agregóo “no se lo crea arzobispo” y sonrió.

El hermoso vestido que tenía la virgen lo donó el joven maestro Javier Pech, quien dijo que es la segunda vez que le regala un vestido a la Virgen, pero declinó decir cuánto costó “ya que lo regala por devoción, para devolver un poco de las bendiciones que le ha dado la Virgen”.

“El vestido yo lo diseñé y lo realice con la ayuda de una modista;el bordado es “macizo” que se realizó en Kimbila”, precisó el entrevistado.

Durante la vaquería se repartieron tortas y horchata y la gente aprovechó la ocasión para tomarse fotografías con el arzobispo y con el párroco de la iglesia.