MÉRIDA.- En audiencia de conciliación, ante el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero, el ingeniero Mario Ávila, quien macheteó a dos perros pit bull acordó con la señora Layda Patricia Barrera, dueña de los agresivos canes, el pago de 30 mil pesos para finiquitar el asunto, no tres mil como inicialmente se dijo.

El  ingeniero deberá depositar cinco mil pesos este 7 de diciembre y el saldo, $25 mil, el próximo 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. De no hacerlo se le imputará y se le someterá a proceso.

Sin embargo, “Bethoven”, el perro “malixito” al que atacaron los pit bull está vivo y no se sabe si resultó lesionado, de modo que el Ingeniero le habría salvado la vida. Rosa Rubí Dzib Couoh, dueña del perrito sólo declaró y no levantó ninguna denuncia.

Los 30 mil pesos los exigió la dueña de los perros, debido a que uno murió y el otro generó gastos médicos debido a que resultó muy lesionado. “Pirata” (el macho), murió durante el ataque y “Shasha” (la hembra) resultó seriamente lastimada y para salvarle la vida, se requirió los servicios de un veterinario, medicamentos y hospitalización, que fueron valuados en 30 mil pesos.

“Al Inge le salió caro defender a un perrito malix y a una niña; todo el que se entere pensará dos veces antes de defender a algún niño si es atacado por perros agresivos como los dos pit bull”, dijeron varios de los que se enteraron de la resolución del caso.

En la denuncia de la señora Barrera quedó asentado que sus animales, de nombres “Pirata” y “Shasa”, en un descuido, escaparon de su vivienda y atacaron a un perro mestizo de nombre “Bethoven”, que se encontraba en la cochera de una casa cercana.

Debido a lo anterior, su vecino, el ingeniero Mario Ávila, macheteó a los agresivos mastines, cuando después de atacar a un perrito se lanzaron contra una niña, dueña del can llamado “Bethoven”.

La madre de la menor, de nombre Rosa Rubí Dzib Couoh, dijo que iba saliendo de su casa para ir a comprar a la tienda, en compañía de su hija, cuando los perros de su vecina se le fueron encima a su animalito y empezaron a morderlos con furia.

Que en un momento, su hija y ella empezaron a gritar pidiendo auxilio y llegó el ingeniero con una vara de madera y golpeó a los canes para separarlos de su víctima, pero no lo logró. Luego, fue por un machete y los tasajeó.

Los hechos ocurrieron la tarde del martes 3 de noviembre en la calle 31 entre 20 y 22 de la mencionada unidad habitacional.