PROGRESO.- La fiesta anual de la Purísima Concepción comenzó ayer domingo con una misa, que se celebró en el rancho San Pedro, y la cual concluirá el próximo 8 de diciembre con una procesión por las principales calles de la ciudad.

Después de la misa, a la que asistieron unos 500 fieles católicos, en el rancho hubo una kermese, charreada y escaramuzas.

Para la misa, que se celebró en amplio terreno ubicado a un costado del lienzo charro, se colocó un enorme toldo que fue prestado por la parroquia de Oxkuzcab. A la ceremonia eucarística asistieron poco más de 500 feligreses y el asiento principal fue ocupado por la familia Rodríguez Borges, propietaria del rancho San Pedro.

El presbítero Francisco Mukul Domínguez, párroco de la Purísima Concepción y de San José, agradeció a Pedro Rodríguez Ordaz, propietario del lienzo charro, su colaboración para que por segundo año consecutivo se llevara al cabo la misa de bajada de la Purísima Concepción, con lo que se inició su fiesta anual.

Al término de la misa, dentro del mismo rancho se realizó la procesión con la imagen de la Purísima Concepción encabezado por el párroco y en la que participaron todos los feligreses, quienes después se quedaron en la kermese y a la charreada, cuyos fondos que se recaudaron serán destinados a obras de mantenimiento de las capillas de la parroquia, según informó el padre.

El párroco aprovechó para informar que en la capilla de Guadalupe se invirtieron $39,000 para trabajos de impermeabilización de los techos y otros $36,000 para la pintura del edificio.

Durante su homilía el padre Francisco Mukul Domínguez dijoque ayer domingo se iniciaba el tiempo de adviento, que es tiempo de espera y preparación para llegada de Jesús a quien se celebra en la Navidad.

En la preparación para recibir a Jesús tenemos como modelo a la virgen María y somos afortunados porque tenemos como patrona a la Purísima Concepción, quien es modelo de fe, esperanza y disponibilidad, por ese motivo nosotros debemos ser personas de fe, esperanza y disposición, precisó el padre.

El padre Francisco Mukul indicó que los sacerdotes visten de morado, que significa conversión y arrepentimiento del pecado; invitó a todos los feligreses a que en esta Navidad se conviertan, arrepientan y vivan como verdaderos hermanos e hijos de Dios.