MÉRIDA.- En una demostración más de que el nuevo sistema de justicia oral fomenta la impunidad y la delincuencia, una juez dejó libre al presunto Zeta yucateco, Ronald Rodrigo Cetina Alcocer, quien seguirá gozando de su libertad con un brazalete electrónico y con sanciones de risa.

Esto sucede porque los jueces de control carecen de un criterio único para sancionar o prevenir el delito.

A Cetina Alcocer se le imputó el delito de robo con violencia y a pesar de eso fue dejado en libertad, por la juez Blanca Beatriz Bonilla González, luego que el domingo pasado el sujeto robó, a plena luz del día y con una pistola dañada, el “Oxxo” ubicado a media cuadra de la Plaza Principal.

Las medidas cautelares son: no salir del Estado, firmar cada 15 días, no acercarse a la víctima y al lugar de los hechos y localizador electrónico, cortesía de los que pagan impuestos.

En el robo también participó William Alejandro, hermano del imputado, ero éste ni siquiera fue puesto a disposición de las autoridades, porque no se le descubrió ningún objeto que lo implicara.

El delincuente fue denunciado por Lucio Enrique Moo Chan, apoderado de “Oxxo”.

El domingo pasado, aproximadamente las 8:45 horas, Ronaldo Rodrigo llegó al “Oxxo” Olimpo, ubicado en la calle 62 entre 59 y 61 del Centro, vistiendo una playera con el logo “Jugos del Valle” y solicitó una cajetilla de cigarros a la empleada Irma María Torres Castañeda.

Cuando se los entregaban, el tipo los jaló y le dijo a la empleada que les diera todo el dinero de su caja o si no le daba un plomazo.

En ese momento otra empleada, María Dolores Medina Can, pasó por detrás del sujeto y Torres Castañeda le señaló con movimientos que la estaban asaltando. El tipo se dio cuenta y le dijo también que le dieran el dinero de la caja o les daría de plomazos.

Torres Castañeda sacó unos billetes de 200 y los tiró hacia atrás de la caja, lo que hizo que el asaltante metiera la mano y se llevara varios billetes de 100, 50 y 20 pesos que metió en su bolsa.

En esos momentos entraron unos clientes y se acercaron a la caja y cuando dicho sujeto salía, ella les dijo que acababan de asaltarla.

Rápidamente fueron detrás del tipo, sólo que a éste lo esperaba su hermano William en una moto y se dieron a la fuga. En un operativo se logró ubicar a los carnales en la calle 61 entre 82 y 84.

A Ronald se le encontró una pistola en mal estado y con cinta aislante. Por su parte, a William se le dejó ir.